Así lo sostiene el magister en Salud Mental, Psicopedagogo y docente de la UCSF, Diego Preziuso. Transitar la vejez como una etapa de cambio, no de cierre; de ganancia y no de pérdida. Resignificar la adultez mayor, personal y colectivamente.
No se trata de durar, sino de vivir. La mejora en la calidad de vida propicia una adultez más prolongada, y nuevos desafíos para resignificar la “tercera edad”. Envejecer no es un problema, el punto es pensar interdisciplinariamente esta etapa y encontrar sus oportunidades.
Cada cultura tiene su modelo de envejecimiento y asigna a los adultos mayores un lugar en la sociedad. Es una etapa que se resignifica en cada época, y por ello el campo gerontológico está en permanente construcción, a la espera de aportes de diferentes disciplinas: las políticas públicas, la academia, la arquitectura…
Diego Preziuso, psicopedagogo, master en salud mental, docente de la Facultades de Psicología y de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Santa Fe, declara convencido que “hay algo que todavía falta que se haga más cultura y que sea más naturalizado, y es que volver a empezar a los 60 no es ningún problema”. Hoy, a la par que avanza la ciencia y la medicina, es cada vez más grande la población que llega a la vejez y la transita.
A su vez, Preziuso, conviene en afirmar que es necesario reajustar algunos imaginarios sociales a este respecto. “La abuelita de Caperucita Roja está en extinción, la abuelita con mantita, tejiendo en la mecedora con el camisón, no sé dónde está. En cambio, están activos, en los centros de jubilados dinamizándose y buscando un lugar en la sociedad. El adulto mayor no es un mero reservorio, un contenedor de la historia, es un actor potente, y lo vemos en los diferentes escenarios”, afirmó convencido.
Pasar del “deterioro” al desarrollo
Ya desde el mundo griego Platón decía que uno envejecía según había vivido, y para esto planteaba una gerontología preventiva, cuidarse para poder tener un envejecimiento saludable. “Hay que prevenir, generar una cultura del cuidado. Se puede vivir saludable, no hay que tenerle miedo a esta etapa. No es un problema envejecer, aunque haya funcionarios a nivel mundial que teman por el sistema previsional”, alegó Preziuso, docente de la Licenciatura en Gerontología de la UCSF.
“La mirada geriátrica, médica, se preocupa por atender las enfermedades, y todas las definiciones hablaban entonces del deterioro de las funciones, deterioro del sistema óseo, deterioro de las funciones sensitivas, y más. Pero en realidad, después también nos queda todo un capítulo de desarrollo: seguimos desarrollándonos como personas en diferentes aspectos, en nuestros valores, nuestra forma de pensar, nuestra forma de ser”, destacó el magíster.
La vejez no es un cierre, sino más bien una nueva etapa. El especialista en gerontología remarcó que “hay que aceptar que uno va a seguir desplegándose como persona en sus proyectos, que puede encontrarse, construir, resignificar. Algunos cierres son mandatos implícitos, que asignan ciertos lugares a los adultos mayores dentro del imaginario social. Tenemos representantes de esta etapa de la adultez mayor en todos los ámbitos del arte, la ciencia, la política”.
Capitalizar lo vivido
Sin caer en absolutos, Preziuso matiza y explica: “Tampoco es que todo sea una gerontocracia, ni que todo sea la novedad absoluta. Lo saludable es la convivencia intergeneracional, ser sabio para rescatar las cosas que se hicieron bien y potenciarlas. Porque vivimos en una época con el imperativo de la innovación, que tilda de desechable a quien no se adapta a las nuevas tecnologías”.
Por otro lado, haber vivido tiene su riqueza propia y, reflexionar sobre lo vivido, un valor indiscutible. En este sentido, el Magister destaca que llegar a la adultez mayor implica haber atravesado conflictos laborales, familiares, sociales: “Hay que aprender a envejecer, capitalizar la experiencia, para poder transmitir las propias vivencias, y aportar a la mejor convivencia social”.
Envejecer saludable
Muchas veces asoma el miedo a perder la memoria y desdibujarse. “Es el miedo al cambio que lleva el mismo envejecimiento, porque cambia tu cuerpo, cambia la funcionalidad, pero no es todo pérdida, es cambio, y es importante poder modificarse, porque si nos aferramos a la juventud, aparece el miedo a la vejez”, afirmó Preziuso.
Poder resignificarse en esta etapa guarda relación con adecuarse a los momentos, aceptarse responsablemente, y encontrarse con esos cambios innegables, en lo físico, lo cognitivo y lo funcional; salvaguardando a su vez que las capacidades no desaparecen: mutan los ritmos y los recursos.
El desafío es hacerse cargo de esta etapa, transitar este proceso, con lo que tiene de carencia, y de ganancia. “A veces tenemos que aprender a encontrarnos con nosotros, disfrutar del arte, la cultura, la ciencia, los afectos. Esa es la apuesta y la gran jugada para mantener la salud mental. No hay gran secreto”, concluyó el Mg. Preziuso.
Gerontología en Santa Fe
La Universidad Católica de Santa Fe ofrece la Licenciatura en Gerontología, como ciclo de complementación curricular para otras formaciones de base. Es una carrera 100% virtual, de dos años de duración de la Facultad de Ciencias de la Salud. Las inscripciones están abiertas. Para mayor información, ingresar en www.ucsf.edu.ar o contactar a ingresouniversitario@ucsf.edu.ar, o seguir las redes @ucsfoficial @vivilaucsf.