La inserción laboral como una oportunidad para ayudar y promover el desarrollo de los más vulnerables.
Carlos María Johnston es concordiense, y se trasladó a Santa Fe como tantos jóvenes entrerrianos, para transitar su carrera universitaria. Movido por la curiosidad de entender cómo se comportan las personas, comenzó la Licenciatura en Psicología en la Universidad Católica de Santa Fe.
En el transcurso de sus años universitarios, pronto comenzó a involucrarse con los problemas reales, más allá de los académicos: se unió a una organización que trabajaba en el barrio de la Vuelta del Paraguayo. Allí participó como educador en un bachillerato popular, con la línea de la pedagogía de Paulo Freire, para personas que no habían podido terminar el secundario en la educación formal.
En sus últimos años de carrera surgió la oportunidad de realizar una pasantía en la Municipalidad de Santa Fe, en una política de juventudes que se llamaba Escuela de Trabajo. Estaba destinado principalmente a jóvenes de entre 18 y 24 años, para acompañarlos en su formación e inserción laboral.
En distintos barrios de la ciudad había centros con este fin, que contaban también con espacios destinados a actividades culturales, educativas, deportivas. “Trabajábamos mucho en equipo, interdisciplinarmente”, recuerda Carlos, que luego de la pasantía permaneció varios años más allí, orientando a los jóvenes que se acercaban al centro, con proyectos personalizados.
Formarse en territorio
En busca de una formación más incisiva en el abordaje interdisciplinar, Carlos decidió comenzar un posgrado con el sistema de residencia, brindando servicios en los efectores de salud.
Ingresó así en una Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental, dependiente del Ministerio de Salud de Entre Ríos, que reúne profesionales de trabajo social, medicina, psicología y comunicación social. Johnston eligió hacer la residencia en el Hospital Felipe Heras que cuenta con un servicio de salud mental.
“El servicio está organizado con equipos de trabajo sobre la niñez, adolescencia y adultez. Hay una sala de internación en salud mental, y a la vez un equipo que trabaja los procesos de externación de los usuarios. También, dentro del programa contamos con una rotación por el primer nivel de atención, en un centro de salud de la ciudad”, explica.
“Acá en la ciudad de Concordia falta bastante la transición hacia el modelo de abordaje comunitario de la salud mental, propuesto en la ley de salud mental que se sancionó en el 2010. Es una ciudad que no tiene quizás tantos recursos por fuera del hospital. Todavía estamos en esa transición”, asegura.
Vocación a lo público
El sistema de la residencia abarca tres años de formación y un cuarto año destinado a brindar servicios en la provincia. Dentro del programa, los inscriptos tienen la posibilidad de hacer una rotación libre en un lugar que elijan, vinculado al ámbito de la salud mental.
“En mi caso, desde el mes de mayo hasta fines de agosto de este año estuve haciendo una rotación por el Hospital Nacional Laura Bonaparte. Fue en un servicio de abordaje territorial, en un centro de salud del barrio Zabaleta; y en un servicio de cuidados en la urgencia, que es una sala de internación por motivos de salud mental”, explica Carlos.
“Me convoca mucho el trabajo en el sector de la salud pública, de políticas públicas en general, políticas sociales. Me siento más cómodo trabajando con jóvenes adultos, adultos, e incluso con adolescentes. Pero en términos de la salud mental comunitaria, que es desde donde me posiciono, hay que tener cierta flexibilidad porque las cosas no están tan segmentadas”, reconoce.
Interpelado por la desigualdad
En paralelo a la formación de posgrado, Jonhston junto a otros trabajadores de la salud y voluntarios, tratan de impulsar la organización Irma Carrica destinada al campo de la salud en sectores vulnerados. “La idea es empezar a hacer un diagnóstico de cómo están las políticas de salud acá en Concordia, y esbozar una propuesta superadora”.
En su corta pero comprometida trayectoria, lo que mueve a Carlos es la idea de una sociedad más justa: “Considero que vivimos en una sociedad muy injusta, muy desigual, y creo que la organización comunitaria o el trabajo con esos sectores puede generar alguna transformación que permita que se achiquen esas desigualdades”, compartió.
“Porque, a su vez, esas desigualdades suelen determinar la salud de la gente que vive en esas condiciones. Entonces creo que mi trabajo tiene que ver con poder generar y acompañar esos procesos de salud”, puntualizó.
Estudiar en la Católica
La Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Santa Fe está presente en Reconquista, Rosario y Santa Fe, con las inscripciones abiertas para el ciclo 2025 y beneficios por inscripción temprana. Solicitá más información, al WhatsApp de Ingreso: 3425371285, o al mail: ingresouniversitario@ucsf.edu.ar.