Un proyecto de prevención de las adicciones a través de la educación emocional

Julio César Firmani, es docente y su formación constante en el campo educativo lo llevó a ser parte de un proyecto europeo que se propone “institucionalizar” la educación emocional en el sistema escolar, fortaleciendo el autocontrol de las emociones, los sentimientos y los afectos.

En Córdoba, Julio trabaja en la Dirección General de Desarrollo Curricular, Capacitación y Acompañamiento Institucional del Ministerio de Educación de la provincia. Además, es Director del Instituto Superior del Profesorado Manuel Belgrano de Brinkmann, coordinador de la Consultora Fortis y actualmente está realizando el Doctorado en Educación de la Universidad Católica de Santa Fe.

“El contacto surge a partir de la estancia doctoral que hice en la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí compartí proyectos de investigación y programas educativos del Equipo LIPA (Laboratorio de Investigación Prosocial Aplicada), dirigido por el Dr. Robert Roche, referente, director y fundador de LIPA. A mi regreso de Barcelona comenzamos a compartir reuniones virtuales con el equipo, realizamos artículos juntos y me invitaron a formar parte del proyecto PATH, integrando de esta manera el Equipo Barcelona como Asesor Pedagógico Internacional”, contó Julio Firmani.

Proyecto PATH busca contribuir a crear un nivel estándar de calidad en la formación de los profesores de infantil y primaria respecto a la Educación Emocional y Prosocial de los niños y niñas. El objetivo principal, es fortalecer el autocontrol de sus emociones, sentimientos y afectos y el uso estable de la reflexión y la autorregulación, a fin de contribuir a la prevención de posibles adicciones futuras.

PATH trabaja con docentes de educación infantil y primaria, y los beneficiarios indirectos son niños de entre 3 y 10 años. Actualmente, se aplica en escuelas de Cataluña, Ostrava (Chequia) y Caserta (Italia); y trabaja en  prevenir las adicciones desde edades tempranas.

Lo que se propone desde PATH, es una intervención basada en el uso de metodologías educativas para aumentar los factores protectores contra el riesgo de adicciones como:

  • El desarrollo de las habilidades para la vida como el autocontrol, la identificación de soluciones saludables y creativas a situaciones sociales difíciles.
  • La adquisición de la capacidad de regular las emociones y la impulsividad.

Para el desarrollo del proyecto, se van generando sinergias con organismos de salud pública y de investigación científica y, precisamente, LIPA es uno de los “partners” europeos de PATH.

Teniendo en cuenta que las adicciones no se limitan únicamente al consumo de sustancias químicas, sino que existen, también, ciertas conductas nocivas que se realizan de forma descontrolada,  Julio explicó cómo se trabaja en este sentido: “Cuando hablamos de adicciones, hablamos en general. Si bien se trabaja mucho con la adicción temprana a ciertas sustancias como el alcohol, el tabaquismo y las drogas, hay tres ejes que marcan el enfoque teórico-epistemológico del proyecto: las Neurociencias, la Educación Emocional y la Prosocialidad. Estos se analizan desde la parte teórica y luego práctica, mediante actividades”

“El primer eje está más relacionado con las adicciones en general; la Educación Emocional y la Prosocialidad tienen más que ver con esto de las ‘dependencias sociales’ de adolescentes y jóvenes, que puede estar relacionada con las tecnologías o la comunicación virtual, por ejemplo, que llevan a la pérdida de una comunicación horizontal, persona a persona. Esto se puede ver cuando, en una misma mesa están varios chicos y en lugar de dialogar entre ellos se están mandando mensajes por whatsapp. También podemos observar muchas conductas que manifiestan violencia física o verbal. A estos problemas los aborda mucho la Prosocialidad, que es el enfoque que buscar optimizar las habilidades sociales para mejorar lo que puede ser el aislamiento, el individualismo o la agresividad. De esta manera, la Prosocialidad se presenta como una vía segura y eficaz para mejorar las relaciones interpersonales y la convivencia”.

 

Julio Firmani junto al Dr. Rober Roche, Director de LIPA.

Precisamente la gestión escolar desde el concepto de la Prosocialidad, es el tema de la tesis doctoral de Julio, que en este momento está realizando.

Hablando sobre el importante papel que también cumplen las familias en este proceso de educación emocional, el doctorando puntualizó que, la formación, a través del proyecto, es para los docentes, “pero las familias, en este momento del confinamiento juegan un papel primordial. Existen ciertas instancias en las que se invita a las familias para que haya una retroalimentación, sobre cómo los chicos llevan a casa las cosas que aprenden. Hoy, el programa se ve interrumpido por la pandemia, por lo cual, el equipo coordinador estableció que en lugar de ser solo los docentes quienes enseñan la parte práctica, también lo sean las familias. Así, se realizan actividades a través de videos con el objetivo de que en este contexto de confinamiento las familias puedan practicar junto con los chicos; algo similar a lo que se hace en las escuelas”.

Desde el inicio de la pandemia, los profesionales del proyecto debieron poner en práctica nuevas estrategias para poder continuar con las actividades, diagramándolas para que los padres puedan aplicarlas en sus propias casas. En este sentido, Julio explicó que el programa establece un feedback, buscando que todo lo que se trabaja en la escuela también se trabaje en los hogares.

PATH trabaja con socios que cumplen el papel de coordinadores del proyecto a nivel europeo, donde uno de ellos es LIPA. Además, hay docentes de otros países que forman parte del proyecto y lo aplican en sus propios territorios.

“En Latinoamérica en el contexto de las actividades de difusión internacional de PATH, el proyecto colabora con partners asociados que implementarán pilotos del proyecto en sus territorios. Empezamos a trabajar a través de dos consultoras: ZM de Montería, Colombia y Fortis de Córdoba, Argentina. A través de ambas organizaciones, trabajaremos en red con LIPA para una posible implementación del proyecto PATH. La primera experiencia piloto será en la ciudad de Montería (Colombia) para fines de este año, y en 2021 será en Argentina, siempre dependiendo de cómo siga la cuestión de la pandemia”, indicó Firmani.


Equipo Barcelona

Además de Julio Firmani, la Coordinación PATH Barcelona está integrada por: María Soler, coordinadora PATH BARCELONA. Psicopedagoga y maestra de educación primaria, especialista en necesidades educativas específicas (UAB y UB); Robert Roche, Profesor de la UAB, estudioso de los comportamientos prosociales, Asesor de los Ministerios de Argentina y Eslovaquia en los currículums de Ética para la escuela primaria y secundaria. Autor de libros y artículos. Inspirador, director, asesor o promotor en decenas de Programas de Intervención Prosocial en España, Italia, Eslovaquia, República Checa, Croacia, Macedonia, Ucrania, Cuba, Argentina, México, Colombia, Chile, Perú, Venezuela, Brasil, Bolivia; Mar Badia, Doctora en Psicología del Aprendizaje humano por la Universidad Autónoma de Barcelona; Mayka Cirera, Doctora y Máster en Psicología de la Comunicación; Selene Condor Novoa, Máster en Docencia Universitaria de la Universidad Privada Antenor Orrego, Perú; Pilar Escotorin, Doctora en Psicología de la Comunicación; Teresa Jové, Maestra de Educación Primaria (UB); Montserrat Pérez Márquez, Maestra de Educación Infantil (UAB).


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