Tengo Dengue: La Fiebre y la Hidratación

Por Facultad de Ciencias de la Salud, carrera de Farmacia

El paracetamol, conocido también como acetaminofén, es un analgésico y antifebril ampliamente utilizado en todo el mundo. Su popularidad se debe a su eficacia en el alivio de dolores leves a moderados y en la reducción de la fiebre. Se encuentra en una variedad de presentaciones, como tabletas, cápsulas, líquidos y supositorios.

En el contexto del dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, el paracetamol es recomendado debido a su capacidad para aliviar síntomas como la fiebre y el dolor sin los riesgos asociados con los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), tipo Ibuprofeno, Diclofenac, Naproxeno, Ketorolac entre otros, que pueden aumentar el riesgo de sangrado en el caso de dengue, especialmente en formas más graves como el dengue hemorrágico.

En el caso del dengue, el tratamiento principal consiste en el manejo de los síntomas y el soporte de las funciones vitales, ya que no existe un tratamiento antiviral específico para esta enfermedad. Además del paracetamol, se recomienda el descanso, la ingesta de líquidos para prevenir la deshidratación y el seguimiento médico, especialmente si los síntomas empeoran o si aparecen signos de alarma como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes o sangrado.

La seguridad del paracetamol, cuando se usa correctamente, está bien establecida. Las dosis recomendadas varían según la edad y el peso, pero para adultos, la dosis máxima generalmente no debe exceder de 4 gramos al día. Es crucial no sobrepasar esta cantidad porque el paracetamol se metaboliza en el hígado. En dosis terapéuticas, el hígado puede manejar y eliminar los metabolitos menores que se forman sin problema. Sin embargo, en dosis excesivas, se produce una acumulación de un metabolito tóxico llamado N-acetil-p-benzoquinone imina (NAPQI).

Normalmente, el NAPQI se neutraliza rápidamente por el glutatión hepático, un antioxidante natural. Pero cuando los niveles de paracetamol son demasiado altos, el glutatión se agota, y el NAPQI no neutralizado puede causar daño celular y hepático, lo que puede llevar a una insuficiencia hepática aguda, una condición potencialmente mortal.

Por lo tanto, es esencial seguir las instrucciones de dosificación y tener precaución al usar múltiples medicamentos que contengan paracetamol para evitar una sobredosis accidental. Además, las personas con enfermedades hepáticas preexistentes o aquellas que consumen alcohol de manera regular deben consultar a un médico antes de usar paracetamol, ya que pueden ser más susceptibles al daño hepático.

En resumen, el paracetamol es un medicamento seguro y efectivo cuando se utiliza según las indicaciones. La conciencia sobre su toxicidad potencial a dosis altas es importante para prevenir daños a la salud y garantizar su uso seguro. Es mas seguro alejarse de la dosis de toxicidad de 4 grs/dia (1 comp de 500 mg cada 4 h. via oral y de 1 grs cada 6 hs Vi Oral para

prudencialemnte estar en una dosis de 500 mg cada 6 hs Via Oral o 1grs cada 8 hs por la misma via.

La automedicación puede ser peligrosa, especialmente en enfermedades como el dengue que pueden complicarse rápidamente. Por lo tanto, si se sospecha de dengue o se presentan síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor en las articulaciones y músculos, erupción cutánea, náuseas y vómitos, es crucial buscar atención médica inmediata.

Otros medios para bajar la fiebre y contribuyen evitar estar sobre el rango de toxicidad por paracetamol:

Existen varios métodos físicos no farmacológicos recomendados para ayudar a reducir la fiebre. Estos métodos pueden ser particularmente útiles cuando se busca una alternativa o un complemento a los medicamentos antipiréticos. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:

1. Aplicación de paños tibios: Colocar paños tibios en áreas como la frente, las axilas o la ingle puede ayudar a disipar el calor y reducir la fiebre.

2. Baños de agua tibia: Tomar un baño de agua tibia, asegurándose de que no esté demasiado fría, puede promover la vasodilatación y ayudar a bajar la temperatura corporal.

3. Ventilación adecuada: Mantener una habitación bien ventilada y evitar el exceso de ropa o mantas puede facilitar la pérdida de calor a través de la evaporación.

Es importante recordar que estos métodos deben usarse con precaución y siempre considerando el confort y la condición del paciente. Por ejemplo, el uso de baños o paños demasiado fríos puede causar temblores, lo que a su vez puede aumentar la temperatura corporal. Además, es esencial asegurar una hidratación adecuada y monitorizar la temperatura regularmente.

La hidratación: 2 a 3 litros por dia, medidos con botellas, en forma objetiva, no subjetiva.

La hidratación adecuada es crucial en el tratamiento del dengue, especialmente durante la fase crítica de la fiebre hemorrágica del dengue (DHF), donde la extravasación de líquidos puede llevar al choque, fallo multiorgánico y muerte si no se resucita adecuadamente con líquidos.

Autocontrolar la cantidad de Orina y su aspecto (color claro) permite intuir una buena hidratación. Orina Oscura puede ser sinónimo de deshidratación y algunos casos de hematuria (sangre en orina), signo que requiere hospitalización.

En resumen, la hidratación es un componente esencial en el manejo del dengue, y tanto los profesionales de la salud como los pacientes deben estar conscientes de su importancia para mejorar los resultados del tratamiento y prevenir complicaciones graves.



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