“En todo conflicto la gente común es la verdadera víctima, que paga sobre la propia piel la locura de la guerra”, fue la frase que utilizó el Sumo Pontífice a la hora de sentar la posición del Vaticano en torno a la invasión militar que está llevando Rusia en el territorio de Ucrania.
El Santo Padre también expuso una clara condena a las acciones militares, afirmando que “quien hace la guerra se olvida de la humanidad, no parte de la gente, no mira la vida concreta de las personas, mete delante de todo intereses de parte y de poder, se basa en la lógica diabólica y perversa de las armas, que es la más lejana de la voluntad de Dios”.
Una vez más, las preocupaciones de Francisco están enfocadas en el ciudadano a pie, aquel que sufre en forma directa las enormes pérdidas que ocasiona la guerra. En este sentido y en el marco del inicio del período de Cuaresma, el Santo Padre invitó a todos “a vivir el 2 de marzo, miércoles de Ceniza, una Jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania, para estar cerca de los sufrimientos del pueblo ucraniano, para sentirnos todos hermanos e implorar a Dios el fin de la guerra”.
Pero también la diplomacia vaticana se ha puesto en acción durante estas jornadas. Así, hubo una conversación telefónica entre el Papa y el Presidente ucraniano Volodomir Zelensky, quien le expresó que el pueblo de Ucrania siente su “apoyo espiritual”.
A su turno, la embajada de Ucrania ante el Vaticano informó en un tuit que durante las conversaciones Francisco expresó “su más profundo dolor por los trágicos acontecimientos que están teniendo lugar en nuestro país”.
El Obispo de Roma instó a la comunidad internacional a en forma “urgente abrir corredores humanitarios” para garantizar salvoconducto a los ancianos, mujeres y niños que abandonan el país para huir del conflicto bélico.
El Sumo Pontífice también se comunicó con el arzobispo mayor de Kiev de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, pidiendo información sobre la situación en Kiev y expresando su voluntad de hacer todo aquello que está en sus posibilidades. El Papa agradeció a la Iglesia greco-católica ucraniana su cercanía al pueblo, su decisión de estar al lado de la gente y colocar a su disposición los sótanos de la Catedral de Kiev, que se han convertido en un verdadero refugio.
Por su parte, el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, declaró que “La Santa Sede está dispuesta a facilitar la negociación entre Rusia y Ucrania”, un rol que Roma ha desarrollado en ocasión de otros conflictos internacionales.
Desde su cuenta Twitter el Papa Francisco citó la a la encíclica Fratelli tutti: “Cada guerra deja nuestro mundo peor de lo que lo encontró. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal” y luego pidió que “callen las armas” afirmando que la apuesta por una solución diplomática, continúa siendo la mayor apuesta del Vaticano.