El pasado jueves por la mañana se congregaron numerosos ciudadanos en torno al edificio del Correo Argentino, convocados por una nota firmada por el Colegio de Arquitectura, la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UCSF y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL.
Este tipo de movilizaciones pone sobre la mesa y en la agenda pública el tema del patrimonio. En particular el edificio del Correo Argentino es un emblema histórico de la arquitectura santafesina que lamentablemente presenta, desde hace ya mucho tiempo, un alto grado de deterioro.
La Universidad Católica de Santa Fe fue protagonista esta vez ya que, a través del Observatorio de Patrimonio, elaboró el comunicado para convocar a esta manifestación simbólica, de común acuerdo con la UNL y el Colegio de Arquitectos. “Estamos más que contentos por esta participación. La convocatoria tuvo una enorme repercusión”, expresó el Mg. Arq. Juan C. Ortiz, director del Observatorio del Patrimonio.
Hay variados proyectos de intervención para lograr la restauración del emblemático edificio. En este marco, “el camino a seguir es seguir pujando desde las instituciones para lograr que el gobierno provincial articule los mecanismos para gestionar y solventar los costos del proceso de intervención patrimonial”, explicó Ortiz, refiriéndose al trabajo conjunto que compete al Colegio de Arquitectos, las Comisiones de Patrimonio, el Observatorio y las universidades.
Crear conciencia patrimonial
El arquitecto Ortiz, abocado a la protección de los bienes patrimoniales, manifestó convencido: “Creo que de aquí en más va a haber que acostumbrarse a estos abrazos permanentes, porque tenemos edificios de altísimo valor patrimonial, que van a necesitar cada vez de mayores intervenciones de restauración y puesta en valor”.
Ortiz aludió especialmente a las iglesias que se están viniendo abajo, y que necesitan de gestiones públicas o privadas para garantizar su permanencia. Refiriéndose a la Iglesia del Carmen, el Convento San Francisco o la iglesia de Santo Domingo, señaló la falta de gestión de recursos públicos para poder intervenirlas.
A su vez, pensando en términos del patrimonio moderno, así como el edificio del Correo “también hay otros edificios emblemáticos, casi con carácter monumental, si bien no están declarados, como el del Ministerio de Agricultura, que es una obra magnífica”, señaló.
En el comunicado que convocó al abrazo simbólico, las instituciones intervinientes se cuestionan: “¿qué actitud han de tener los individuos y las sociedades ante los bienes culturales legados de otras épocas?”. En este sentido concuerdan que “la respuesta más eficaz debiera transitar el camino de la investigación, la valoración y, por ende, la fundamentación reflexiva que resuelva la problemática a partir de tres interrogantes esenciales: ¿qué conservar? ¿para qué conservar? y ¿cómo hacerlo?”.