Una licenciada en Ciencia Política, oriunda de San Genaro, se convierte en voluntaria para enseñar inglés a inmigrantes y refugiados, marcando un camino de solidaridad y aprendizaje.
Lucrecia, oriunda de la localidad santafesina de San Genaro, se mudó en 2004 a la Capital provincial para comenzar sus estudios en la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad Católica de Santa Fe. Tras mudarse a Inglaterra en 2018, donde se examinó para enseñar inglés como segundo idioma a adultos extranjeros, su formación y experiencia la llevaron a un nuevo camino.
Su formación de base, y su trabajo final de carrera realizado con numerosos textos académicos en inglés, la ubicó en una posición capaz de ayudar a diplomáticos, sociólogos y psicólogos en el aprendizaje del idioma anglosajón. Pero había otro público esperando su vocación docente.
Durante su estadía en Inglaterra tuvo ocasión de viajar varias veces a Italia y España y presenciar la triste y compleja situación de la inmigración. El impacto cultural, social y hasta religioso que esta ola migratoria estaba causando en Europa no la dejó indiferente.
Fue así como surgió su interés de trabajar como voluntaria en alguna fundación que apoyara a inmigrantes, pero la vorágine de la vida de Londres no le dejaba mucho espacio para dedicar tiempo a ello.
A raíz de la pandemia, ya de regreso en Argentina, se conectó con la empresa Bayswater que a partir de una sociedad con la ONG ReguAid enseñaba inglés online a médicos y enfermeros migrantes forzados y refugiados en Inglaterra y los equipaba para trabajar en el NHS (nombre con el que se conoce a la salud pública de aquel país). Lucrecia se unió a este proyecto online desde Argentina y lo llevo adelante durante un semestre.
Las clases que impartía se convirtieron en un espacio seguro para los recién llegados, donde podían resolver dudas, buscar apoyo académico y recibir orientación para realizar búsquedas laborales en la nueva tierra.
“El camino es la educación”
La sangenarina recuerda sus años universitarios y confiesa que su carrera le permitió desarrollar competencias como la capacidad de análisis, de lectura y debate. “Aprendí muchísimo, y muchas cosas que nadie me tomó en un examen, pero que la UCSF me acercó para conocer”.
“Lo importante no es la nota, sino el interés que uno pone en capacitarse. El estudio te va a hacer llegar lejos: a veces uno no une los puntos, pero después va viendo cómo cada cosa te hace lo que sos hoy”, asegura.
Actualmente Carignano trabaja home office desde Argentina para Londres, en dicha empresa Bayswater, en el área de Operations del departamento Summer and Groups, pero además es parte de la Fundación Bayswater, que brinda apoyo logístico y financiero a ONGs situadas en países en vías de desarrollo para que jóvenes de bajos recursos tengan acceso al aprendizaje del idioma inglés. A su vez, trabaja de manera voluntaria en la fundación Felt Education con base en Nueva York que da clases a refugiados y sobrevivientes de guerra, dando una hora de conversación a la semana.
Cada encuentro semanal es para ella una gran lección, intenta detectar puntos en común con los alumnos, y generar un espacio amable, confortable para ellos, donde se pone en juego la pedagogía, pero también muchas habilidades blandas, para transmitir algo más que un conjunto de reglas gramaticales y un abultado vocabulario.
Su especialización en Trauma le permite abordar las dolorosas situaciones que atraviesan los estudiantes, pero comparte con sinceridad que escucharlos le enseña mucho: “Te da perspectiva, te ayuda a vivir en gratitud. Es desafiante tocar la vulnerabilidad”, comenta. Así mismo comparte el Papa Francisco, “tocar la vulnerabilidad del otro es reconocer su dignidad, que es también la nuestra”.
Soñar y aventurarse
“Estoy haciendo lo que soñaba de chica: me veía viajando, con el inglés (que estudio desde los 4 años), y en un contexto multicultural”, reflexiona la licenciada en Ciencia Política.
Hoy Lucrecia está viviendo en Rosario, cursando un posgrado en la UBA, y dispuesta a hacer las valijas si algún nuevo proyecto la destina a otro punto del globo. Tiene claro que el trabajo no solo debe servir “para ver un futuro, sino para ayudar a otros a verlo”.
Su consejo para quienes están tratando de elegir su camino es claro: “Que estudien lo que les apasione, porque ese fuego interno es lo que contagia: una persona apasionada siempre conecta con un empleador, con un proyecto, con una empresa”, remarcó.
“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el océano, pero el océano sería menos si le faltara esa gota” (Madre Teresa de Calcuta en su discurso en la Universidad de Oslo, 1979).