En este caso se brindó asesoramiento al personal, al cuerpo docente y a los alumnos que concurren a los laboratorios de la carrera de Farmacia, de la Facultad de Ciencias de la Salud. Una experta brindó una serie de recomendaciones y medidas preventivas para que el desempeño en él sea seguro.
La Universidad Católica de Santa Fe continúa con las capacitaciones sobre seguridad e higiene en el trabajo para su personal, cuerpo docente y comunidad educativa. En este caso se hicieron con los trabajadores y concurrentes al laboratorio donde se hacen las prácticas de la carrera de Farmacia, de la Facultad de Ciencias de la Salud.
Vale destacar que la UCSF realiza de manera sistemática este tipo de capacitaciones y distintas actividades desde el área de Prevención de Riesgos, Higiene y Seguridad en el Trabajo. En esta línea se pueden mencionar los simulacros de evacuación, acción en la que la universidad fue una de las primeras en concretar este tipo de prácticas. Todo es coordinado a través de la Secretaría de Administración de Rectorado, a cargo de la contadora Ana María Aviazzi, y del especialista en Higiene y Seguridad, Rodolfo Cherry.
En este caso, la ingeniera Virginia Zonta, asesora de riegos de Prevención ART brindó la capacitación sobre “Seguridad en el laboratorio”. Es importante recordar que la Facultad cuenta con una serie de laboratorios en los cuales se manipulan productos químicos y en este sentido, la experta brindó una serie de recomendaciones y medidas preventivas para que el desempeño en el sea seguro.
“Siempre hay que buscar condiciones seguras, que el entorno del laboratorio sea seguro, que cuente con los elementos básicos de seguridad y también trabajar en lo que es la actitud segura, que es el comportamiento que tiene el docente, el educador o el mismo alumno dentro del lugar para evitar los riesgos o disminuir la posibilidad de un accidente, tanto en el laboratorio como en todos los aspectos donde se desempeña laboralmente”, manifestó Zonta.
Qué es el riesgo químico
Según explicó la ingeniera, en el laboratorio hay riesgos químicos, biológicos y también físicos. El primero se refiere a la manipulación de sustancias que pueden ingresar al organismo por diferentes vías como dérmicas, por inhalación, ingesta o vía parenteral y “hay que trabajar medidas preventivas para evitar que ese agente químico ingrese”, dijo.
En esta capacitación también se trabajó el almacenamiento de los productos químicos, cómo se deben guardar, y en todo lo que es la seguridad en general en el laboratorio. “Identificar las salidas de emergencia, dónde están los matafuegos, si hay duchas de emergencia y cómo trabajar de manera preventiva para evitar accidentes, evitar el riesgo químico y que pueda ingresar a nuestro organismo”, dijo Zonta.
Asimismo, para el caso de que suceda algún accidente con algún químico, la experta explicó cómo proceder, saber a quién llamar, qué se debe hacer. Si se derrama un producto químico en el piso saber qué es conveniente, cómo se debe recolectar; después donde desecharlas porque son sustancias peligrosas y no se pueden verter en un tacho de basura y si es líquido, no se puede tirar en la pileta del laboratorio, entre otras.
Todas esas medidas y recomendaciones en el trabajo del laboratorio fueron las que se dieron en la capacitación; además se brindó información, en caso de una salpicadura o hay algún contacto con la piel, cómo actuar, qué hacer y cómo proceder ante esa situación, entre otras.
Etiquetados
A partir de 2015 se estableció en la Argentina el Sistema Globalmente Armonizado (SGA), un método aplicado en el mundo que establece cómo hacer el etiquetado y cómo se transmite al usuario el riesgo químico. Sobre esto también expuso en la capacitación, Virginia Zonta.
“Habla sobre pictogramas que son universales, las fichas de datos de seguridad. El SGA lo que hizo es que todos hablemos el mismo idioma y si se busca un producto en el exterior, se pueda leer la etiqueta y saber los riesgos que están asociados al manipular esa sustancia”, detalló.
Para cerrar y a modo de resumen, Zonta manifestó: “La mayor preocupación es saber la actitud que tomamos ante el desconocimiento de esos riesgos, o los conocemos y no actuamos de manera preventiva, o no actuamos cómo se debería actuar. Este es el mayor reto, tratar de concientizar a las personas que dedicamos muchas horas a nuestro trabajo y la idea es que el trabajo preserve nuestra salud y no que la termine dañando”.