La importancia del mensaje inicial

Con un auditorio colmado de profesionales y público en general, disertó en la UCSF el prestigioso neurólogo infantil, Dr. Zenón Sfaello. Invitado por la Facultad de Ciencias de la Salud, habló sobre el rol de la familia en el proceso de rehabilitación de niños con discapacidades.

Profesionales de medicina, neurología como también familiares se dieron cita en la Universidad para recorrer, entre anécdotas y enseñanza, temas relacionados al rol de padres, hijos y hermanos en la intervención de la rehabilitación de estos chicos especiales.zenon-sfaello-ucsf
Sfaello hizo hincapié en que lo más importante es el mensaje inicial que se le da a la familia. “Nosotros, los neurólogos recibimos a las familias que vienen con sus hijos bebés a saber qué tiene. Cuando se hace el diagnóstico de una enfermedad o de una situación de discapacidad, se debe hacer y comunicar con una profundidad y delicadeza que respete el tiempo que necesita una familia para recibir semejante mensaje”, dijo.
Al respecto, contó que, según su experiencia, cuando se les comunica a los padres, por ejemplo, que su hijo no va a caminar nunca o no va a poder hablar, ellos hacen como si nada hubieran escuchado. A lo que explicó: “¿Cuál es ahí la función del neurólogo o del médico? Tratar de darle un tiempo para que ellos entiendan esto. Ese tiempo es un tiempo humano y necesario para asimilar y digerir semejante mensaje”.
Esa es, según el Dr. Sfaello, la primera parte de lo que será la rehabilitación del niño: “explicarle a los padres cuál va a ser la calidad de vida que va a tener y entender qué es a lo que nosotros como médicos y ellos como padres podemos aspirar de acuerdo al grado de discapacidad que presenta el niño. ¿Por qué sucede esto? Porque si nosotros creemos que el niño discapacitado que acabamos de diagnosticar, sea igual a cualquier otro niño sin esas discapacidades, estamos equivocados. Por eso siempre incito a los padres a que trabajemos juntos para descubrir qué es lo que él tiene bien”.
Zenón Sfaello trabaja, junto a un equipo interdisciplinario, en la rehabilitación de niños de diferentes edades y con diversas discapacidades. Esa trayectoria ha colaborado en gran parte con su conocimiento sobre las relaciones humanas y el trato con los pacientes. “Tengo pacientes con discapacidades motrices pero que son excelentes intelectualmente. Esos chicos no pueden hablar, ni moverse pero sin embargo tienen un gesto que es muy importante y capta todo del médico. ¿Y sabe qué es lo que primero capta? Que uno lo quiere. Capta si su médico es alguien frío, que no le interesa su paciente más que como un número o si el médico realmente logró captar y ser sensible a que es una persona humana a la cual debe ayudar. Esa es la base de la rehabilitación futura y del rol de los padres”, enseñó.
Cumplida esa primera etapa que no es nada fácil, el neurólogo reveló que se plantea la pregunta sobre si los padres se dan cuenta de esta situación. “Yo les explico que ellos tienen la obligación de participar en el futuro de este hijo porque ellos lo hicieron. Y el padre tiene la enorme responsabilidad de acompañar a su mujer, porque nosotros, los varones, no hemos tenido en nuestro abdomen a nuestro hijo, entonces somos menos sensibles, en este sentido. Eso lleva a que la familia de un niño discapacitado corra altos riesgos de que los varones abandonemos la familia, busquemos otro camino, y sobre todo la madre, deja de ser esposa para convertirse sólo en madre de este niño. Como a nosotros, los hozenon-sfaello-ucsfmbres, nos cuesta mucho entender ese mensaje, es mi misión hacerle entender eso”, describió.
En reiteradas ocasiones, Sfaello recordó lo importante y fundamental que es que los padres y la familia asuman intelectual y espiritualmente la problemática del chico. Al respecto contó que: “muchas veces, luego de las reuniones con los padres, ellos me hacen llegar por mail sus consultas sobre, por ejemplo, si su hijo va a poder ir a una escuela normal o deberá ir a una diferencial, o si de adolescente podrá estudiar en la universidad. Todo eso, luego de que uno le dijo que su hijo no iba a poder hablar, caminar o tal vez nunca pueda levantarse de una cama. Entonces ahí es donde el médico debe ser sumamente delicado con el mensaje para dejarles en claro que va a ser un proceso largo, que necesitará de mucha paciencia y que lo importante es que ese niño reciba, en primer lugar, mucho amor. La función de los padres es hacer de nuestros hijos personas libres, felices y con la mejor calidad de vida que podamos brindarles. Si nosotros fracasamos en eso realmente no tiene sentido la paternidad”, finalizó.



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