Desde hace 15 años, la Universidad Católica de Santa Fe junto al Ministerio de la Producción de la Provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe, aportan valiosa información sobre el estado de temperatura y humedad de los suelos, así sobre el estado de los cultivos de la región, a través del Sistema de Estimaciones Agrícolas. El Ing. Rubén Walter detalla el trabajo y aclara la importancia de conocer los suelos para elevar el nivel productivo.
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El Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) está destinado a productores y agentes del sector agropecuario del centro-norte de la provincia de Santa Fe, aportando información sobre el estado de temperatura y humedad de los suelos y reportes semanales sobre avances de siembra y cosecha de los principales cultivos de la región, con comentarios específicos para cada época del calendario agrícola.
Desde la UCSF y a través de su Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas (IDICYT), el Ing. Rubén Walter explica cuestiones vinculadas a la realidad de los suelos en nuestra provincia.
“Lo más importante es partir de conocer el suelo, cómo funciona, qué elementos tiene para que después el hombre con el desarrollo tecnológico lo pueda manejar y evitar el menor impacto posible, principalmente ante situaciones límites, como sequías o excesos hídricos. Cuando tenemos conocimiento es mucho más fácil manejarlo, amortiguar y evitar riesgos”, indica.
A través del trabajo del SEA, los profesionales pueden tener una perspectiva sobre el estado de situación actual y la evolución del escenario. “Cuando hay excesos hídricos y hubo un manejo inadecuado del suelo durante tres, cuatro o cinco campañas, esa masa de agua se mueve hacia las zonas más bajas hasta llegar a la población. Entonces escurre donde no hay capacidad de absorción y aparecen las medidas de urgencia: se vuela una alcantarilla o una ruta para que ese caudal se vaya a cursos de agua como el Salado o el Paraná. En esos casos vemos las consecuencias, sin haber previsto el problema”, explica.
Ante panoramas de fenómenos climáticos, Walter afirma que es posible el desarrollo productivo y la explotación de los suelos de una manera responsable que no afecten indiscriminadamente a las poblaciones. “Lo importante es conocer cómo funciona el suelo, la materia orgánica, los nutrientes, dónde vamos a depositar la semilla, cuánto tiempo de recuperación necesita ese suelo entre una campaña y otra, entre un cultivo y otro; sea desde un zapallo, soja o el maíz.”.
Rubén Walter afirma que tanto el zapallo en la huerta como el trigo, la soja o el maíz, tienen las mismas estructuras vegetales, pero tienen también distintos sistemas y van a explorar los suelos de manera diferente. “Cuando toda planta termina un ciclo, significa que viene otra y la semilla, el fruto, nos deja un resto de materia orgánica que debemos manejar adecuadamente y devolverla al suelo de alguna forma. ¿Cómo? con el adecuado manejo, potenciando el agua y las microfloras que existen, dando actividad a la lombriz o los microorganismos que necesitan de esa materia orgánica para descomponerlo y para que lo pueda tomar el futuro cultivo que hagamos”.
“Si sabemos manejar agua y materia orgánica, que son los elementos fundamentales para el desarrollo, vamos a poder mantener y hasta elevar el nivel productivo, sin afectar a las personas ni a la producción”, destacó el Ingeniero.
Información y reportes del SEA
Los interesados en conocer información sobre el Sistema de Estimaciones Agrícolas y acceder a los reportes semanales pueden ingresar a: www.bcsf.com.ar/ces/informes-semanales.php