La iniciativa surgió en el marco de la cátedra Observación y Análisis de Problemas Sociales de la Licenciatura en Nutrición. Las alumnas de 1º año de la Licenciatura en Nutrición son las responsables de mantener y custodiar este espacio productivo.
Guiados por esta 
propuesta, alumnos, docentes y autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud empiezan a pensar en la alimentación vinculada “con la vida particular de cada persona y las dinámicas familiares en un ámbito y en un país determinado’’. De esta manera, se busca “formar profesionales expertos en adaptar las necesidades nutricionales a diferentes contextos’’, remarcó la Lic. Celeste Nessier, coordinadora de la carrera de Licenciatura en Nutrición.
Para que esta iniciativa empiece a florecer, la Universidad cedió un espacio, se obtuvieron las semillas del Pro Huerta y se contó con el asesoramiento técnico de un profesional de la Municipalidad de Santa Fe. A casi 4 meses, esta huerta llamada La Guadalupana, ya está dando sus primeros frutos (de la campaña otoño-invierno): rabanitos, cebollas y zanahorias.
“Esta experiencia es muy gratificante. Las alumnas de 1º año aprendieron a trabajar en grupo, a coordinar las distintas actividades para mantener la huerta y a conocer todo el proceso de la alimentación’’, señaló el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Dr. Guillermo Kerz.
Por su parte, la docente titular de la cátedra Observación y Análisis de Problemas Sociales, Lic. Mercedes Gagneten, agregó que “este tipo de actividades construye y obliga a una integridad formativa’’. A partir de esta experiencia, “las alumnas cambiaron su mirada, aprendieron que como equipo tienen que funcionar y que el docente también se puede arremangar para realizar estos trabajos fuera del aula’’.
En este sentido, la Lic. Gagneten remarcó que esta iniciativa se asemeja a “abrir un caminito en el medio de un bosque, donde las expectativas fueron superadas’’.
Principales logros
Gracias a esta iniciativa se obtuvieron varios logros: por un lado, a través de “la pedagogía de la práctica se pudo fundar la teoría; por otro, la práctica da un sentido a la vida y funda la preparación del profesional’’, resaltó Mercedes Gagneten.
Para la licenciada Nessier, esta propuesta “es un desafío pedagógico. En una primera instancia, las alumnas reconocen lo que acontece en la realidad para luego reescribirlo en el aula y a partir de ahí aprehender’’.
Pero, más allá de la huerta en sí misma, “poner en marcha el compost, gracias los residuos sólidos que nos da la cantina y elaborar dulce de toronja de las frutas que hay en el patio de la Universidad refleja una concepción nueva donde el nutricionista debe ser productor de alimentos y no dador de dieta’’, agregó la licenciada Gagneten.
Esta propuesta que comenzó a generarse en una cátedra de la Licenciatura en Nutrición de la UCSF, más adelante, debería involucrar a toda la universidad para que “la interdisciplina y la multidisciplina den soluciones a distintos problemas sociales desde el ámbito académico’’, concluyó Gagneten.
Soberanía alimentaria
Tanto el Dr. Guillermo Kerz como las licenciadas Celeste Nessier y Mercedes Gagneten coincidieron en la importancia de capacitar a los estudiantes en el concepto de Soberanía Alimentaria. Si bien este concepto es abordado de forma teórica, “queremos que los alumnos puedan vivenciarlo y amasar el suelo’’, graficó la licenciada Nessier.
De esta manera, se pretende “recuperar el origen de los alimentos y vivenciar todo el proceso desde que se empieza a preparar la tierra; germina la semilla; se recolectan los frutos; y se observan las opciones de consumo, de conservación y de utilización en las comidas’’, puntualizó la licenciada Nessier.
