El 24 de enero se celebró el Día Internacional de la Educación, fecha instituida para invitar a la reflexión sobre la educación como un derecho humano, como un bien público y como una responsabilidad colectiva. En conversación con Carlos Vigo, Profesor en Filosofía y próximamente Doctor en Educación, con especialización en Docencia Universitaria, nos aclara algunos puntos sobre la educación argentina.
El doctorando manifestó que en nuestro país “tenemos una educación de absoluta calidad, tenemos gratuidad en la educación obligatoria y la UNESCO justamente nos invita a reflexionar que, sin una educación de calidad, inclusiva, equitativa, de igualdad de oportunidades, una sociedad justa no sería posible”.
A su vez, Vigo señaló un matiz: “Cuando hablamos de educación hay que distinguirlo de escolaridad, la escuela es sólo un aspecto. En este sentido, el Estado es garante del ejercicio del derecho a la educación, pero el ámbito educativo es un espacio colaborativo que nos implica a todos: la familia, los medios de comunicación, y los diferentes actores sociales son protagonistas fundamentales, tienen un rol que jugar y una responsabilidad”.
El ecosistema de educación tiene que estar al servicio del bien común, al servicio de la justicia social, al servicio de forjar personas solidarias, personas empáticas, un sujeto social que sea responsable de la sociedad, de sí mismo, del otro. En esta línea, exhortó: “Todos somos protagonistas, todos somos corresponsables. La escolaridad por sí sola no puede abarcar todo. Por eso, otros actores fundamentales se tienen que posicionar muy fuertemente, como los medios de comunicación, y los espacios de educación no formal”.
Muchas fortalezas
En el ámbito escolar propiamente dicho, las fortalezas de nuestro país son numerosas, como puntualiza Vigo: “Tenemos un sistema educativo gratuito, universal, irrestricto, obligatorio, que es modelo en términos formales para muchísimos países. A nivel inicial, primario, y secundaria, y también a nivel universitario. En términos de oferta de calidad educativa, Argentina está muy bien vista a nivel mundial”.
Destacó también que, en relación a otros países latinos, formamos muchos profesionales de altísimo nivel, que son reconocidos en el mundo y son un orgullo nacional, fruto de la formación en nuestras escuelas y universidades.
Algunos desafíos
El especialista en docencia señaló también que es necesario también poner en escena los desafíos: “Obviamente hay muchas cosas que tenemos que trabajar, un frente importante son las condiciones materiales y simbólicas del aprendizaje, desde la infraestructura, pero también de la formación docente y la cuestión salarial”.
“Debemos fortalecer la figura y el rol docente, jerarquizando y perfeccionando su labor con una formación continua de calidad en todos los niveles, impulsando también procesos de investigación sobre el futuro de la educación”, aseguró.
La realidad objetiva es muy compleja, pero tenemos muchas fortalezas para trabajar. De alguna manera hay que dar respuestas en términos educativos a los problemas sociales. Cómo involucrar a los padres en la etapa post pandemia; cómo articular nuevos contenidos para forjar en los niños habilidades y destrezas útiles para un futuro incierto y dinámico; y cómo abordar una formación integral de la persona, son algunos de los desafíos prioritarios.
Algo más que cultivar “inteligencias”
Pensar en una formación integral de la persona implica poner en juego la educación en las emociones, en los afectos y en los sentimientos.
Históricamente la escuela se enfocó en una educación más cognitiva, lógico matemática, y dejó de lado el aspecto emocional propiamente humano. Es un enfoque tradicional que fue muy efectivo durante muchísimos años.
Sin embargo, hoy en día, con el avance de las Neurociencias, la psicología de la neurobiología, y también desde ciertos aspectos de la filosofía y la sociología, deja en evidencia la importancia de incorporar también los sentimientos y las emociones en la dinámica educativa.
Para pensar y ampliar
En la jornada propuesta por la UCSF, el día 17 de febrero, de 9 a 19hs en Echagüe 7151 expondrán el doctorando Carlos Vigo, junto a una de las investigadoras más importantes en temas de inteligencia emocional del mundo hispano, la Dra. Rosario Cabello González, quien viene exclusivamente de la ciudad de Málaga, España, para la ocasión. Un tercer expositor será el Dr. Lucas Raspall, de la ciudad de Rosario, un referente nacional que abordará la incidencia de la teoría del apego en la educación.
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