El Vaticano anunció hoy la firma de un acuerdo provisorio entre la Santa Sede y la República Popular China para la designación de obispos.
El mismo es considerado un acuerdo histórico que favorece el deshielo de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1951.
El portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, sostuvo que el acuerdo firmado es el comienzo de un proceso e insistió en que el objetivo “no es político sino pastoral”, ya que permitirá a los fieles en el país asiático “tener obispos que están en comunión con las autoridades chinas”.
El acuerdo supone un primer paso para avanzar en un diálogo institucional, frecuente y avanzado entre ambos estados.