La Universidad Católica de Santa Fe en su sede San Jerónimo recorre los primeros meses de la Licenciatura en Nutrición. Su coordinadora comparte el panorama de la región y el abordaje que plantea la carrera.
En una conversación con Ainelén Radosevich, Licenciada en Nutrición, con un máster en Salud Pública y otro en Epidemiología, es la coordinadora de la carrera de Nutrición en la sede San Jerónimo, desde que abrió sus puertas a la región norte al inicio del ciclo académico 2024. En una entrevista cuenta cómo entiende la nutrición, y los principales desafíos que tienen en esta disciplina de salud.
“Alimentarnos es mucho más que consumir un alimento para satisfacer una necesidad biológica. Alimentarnos es, también, un acto social y cultural durante el cual creamos vínculos”, refirió Radosevich, aludiendo al vínculo con el alimento, con quienes compartimos el momento, y con nuestro entorno, el ambiente. “Idealmente, esas vinculaciones deben estar en equilibrio, sin que la existencia de alguna de ellas sea en detrimento de otra”.
¿De qué trata entonces el enfoque integral y colectivo de la Licenciatura en Nutrición que ofrece la Católica?
Los alumnos aprenden sobre la fisiología de la nutrición y cómo abordar las diferentes patologías, entendiendo que la nutrición es un pilar y un componente del tratamiento, junto a otros aspectos. Éstos incluyen la producción de alimentos, los programas y políticas en salud general y alimentaria, los abordajes comunitarios en red, entre otros.
Todos estos aspectos de la nutrición tienen un fuerte correlato con la promoción en salud: para promocionar la salud y los hábitos saludables, es importante conocer y entender los múltiples factores que determinan la alimentación de las personas y cómo estos inciden en la ocurrencia de enfermedades.
Estamos convencidos que formar alumnos con una mirada crítica sobre las diferentes dimensiones del acto alimentario y con herramientas para poder abordarlos en el territorio inmediato, contribuirá a tener profesionales empáticos y conocedores de las realidades y necesidades de la región.
¿Cuáles son los principales desafíos nutricionales que tiene la región?
Nuestra región, al igual que para el resto de la provincia, se enfrenta con alarmantes cifras de exceso de peso. En adultos superan el 60%, según relevamientos nacionales. En infancias y adolescencias, alcanzan prevalencias levemente inferiores, pero igualmente alarmantes, sobre todo por su tendencia al aumento desde hace algunos años.
Los hábitos alimentarios de nuestra población no alcanzan las recomendaciones nutricionales. Hay un bajo consumo de frutas, verduras, legumbres, y un abuso de consumo de alimentos con exceso de nutrientes críticos, como es el caso de los ultra procesados, vinculados al desarrollo de enfermedades crónicas. Estos hábitos son aún menos saludables en niños y adolescentes, en comparación a los adultos.
El elevado consumo de alimentos ultra procesados se explica por su facilidad de consumo, su palatabilidad, su conveniencia, su accesibilidad, entre otros. A su vez, se desplaza el consumo de alimentos reales y frescos: verduras, legumbres, frutas.
Un desafío claro para nuestra región es promover y contribuir a crear entornos más saludables, que faciliten y acerquen opciones alimentarias reales.
¿Cómo planea la carrera abordar estos desafíos a través de la formación de los estudiantes?
La carrera se abrió en 2024 y cuenta con una cohorte activa de 24 alumnos de la ciudad de Reconquista y alrededores. Están acompañados por docentes del ámbito de la salud, con amplia trayectoria técnica y pedagógica. Estos docentes, además, promueven espacios de extensión universitaria e investigación en vinculación con instituciones de ciencia y técnica de la región, como INTA Reconquista.
Para mejorar nuestros entornos debemos comenzar con caracterizar las opciones, actores sociales y fortalezas, acompañado de un trabajo en red y sinérgico con otras instituciones. Contar con profesionales de la salud de la región que sean docentes de nuestros alumnos contribuirá a identificar mejor las potencialidades y las limitantes, puesto que vuelcan en sus clases toda su experiencia de trabajo en la región, a la vez que la universidad les ofrece a ellos la posibilidad de la inserción en la academia.