El proyecto de extensión busca potenciar los procesos de aprendizajes de la carrera de Veterinaria. A través de la intervención pedagógica e inserción al medio, vincula, desde las prácticas, a los alumnos de la Facultad de Ciencias Agropecuarias con la comunidad rural.
Procurando disminuir la brecha entre la Escuela secundaria y la Universidad y, a la vez, entre la secundaria y la práctica profesional, en aquellos chicos que no van a estudiar una carrera universitaria, surge este proyecto que encabeza la docente María Cristina Vicentín, y del que participan alumnos de 4to. año de Veterinaria y las docentes Florencia Buyatti y Evangelina Ardit, de las materias Enfermedades Infecciosas y Enfermedades Parasitarias. También colaboran los docentes de la Escuela Familiar Agrícola (EFA) de Moussy: Gustavo Quarin, Gabriel Solari y Naiara Lebus y los alumnos de 3ro.y 4to. año.
“Todo esto surge de la necesidad de dar una respuesta a inquietudes de docentes y alumnos que, prontos a recibirse e insertarse en el campo laboral, intentan aumentar su bagaje pragmático, sus capacidades de prácticas. Frente a esa necesidad, buscamos acortar la brecha entre el mundo universitario y la práctica profesional, o entre el colegio secundario y cuestiones propias de la actividad rural”, explica la coordinadora de la carrera de Veterinaria de la UCSF, Vet. Mónica Berlanda.
Las Escuelas de Familia Agrícola tienen como objetivo, fortalecer y propiciar el arraigo a la comunidad rural, valorar la cultura de la ruralidad para que puedan volcar a su comunidad rural lo que han aprendido, y, así, evitar que los jóvenes emigren a las grandes ciudades.
Menciona Berlanda que “son escuelas especiales y particulares porque tienen la pedagogía de la alternancia, una propuesta donde los alumnos viven 15 días en la escuela y luego vuelven 15 días a su casa. Por lo tanto, en el momento en que están en la escuela, los espacios áulicos, además de ser para las clases convencionales, también tienen que ver con la convivencia, la relación grupal, la coordinación, la colaboración, el aprendizaje colaborativo”.
Al respecto, detalla que los alumnos que participan en las EFAs tienen un acercamiento a lo productivo, conocen la realidad de la empresa familiar agropecuaria. A su vez, nuestros alumnos de Veterinaria, algunos provenientes de las EFAs, encuentran allí un lugar donde realizar sus prácticas, donde poder sentirse a gusto, porque hay un espacio educativo que tiene que ver con el encuentro directo y el trabajo con los animales de granja.
De ahí nace el proyecto extensión de cátedra “Abordar la Producción desde la escuela secundaria. Fortalecimiento del vínculo con la escuela de la Familia Agrícola EFA de Moussy”.
Moussy es una comunidad pequeña, rural y cercana a la ciudad de Reconquista donde está la sede de la Universidad.
El proyecto busca favorecer la relación con escuelas del nivel medio con la orientación Agropecuaria, como las EFAs, como un acto de vinculación entre ambas instituciones, proyectando distintas actividades que permiten una acción educativa conjunta. Así, vincula las cátedras: Producción Animal, Parasitología y las de Enfermedades Infecciosas de la carrera de Veterinaria, con los espacios curriculares de la EFA de Moussy: Sociología Rural, Sistema Productivo y Problemática Ambiental.
Se desarrollan jornadas de trabajo que son planificadas en dos etapas: “una dentro del aula, donde se trata el estado de situación de la ganadería bovina de la zona, y luego se da lugar a trabajos a campo concretos”, puntualiza la Médica Veterinaria.
Por ejemplo, “en la EFA, deben tomar muestras de materia fecal y sangre para el diagnóstico de enfermedades del bovino, y evaluar su parasitosis y brucelosis. Ésta última es una enfermedad de potencial zoonótico, es decir, que puede ser transmitida al ser humano. Por eso la importancia de poder diagnosticarla. También realizan pruebas de tuberculina para diagnosticar si el rodeo tiene tuberculosis, otra enfermedad transmisible al humano. En todo momento, estos procesos se hacen conociendo y sosteniendo las buenas prácticas ganaderas y las normas de bioseguridad”, aclara.
A través de este tipo de actividades, los alumnos de la EFA se vinculan con el rol del veterinario y del estudiante de Veterinaria, al tiempo que se concientiza sobre las buenas prácticas sanitarias a todos los involucrados.
Por su parte, los alumnos de Veterinaria conocen realidades diferentes productivas y toman contacto directo con una realidad distinta a que la que proporciona el urbanismo y las posibilidades de la ciudad.