En Viena, Washington y Moscú comenzaron formalmente las negociaciones en torno al acuerdo New Start, que regula los arsenales nucleares de ambas potencias y que vence el próximo mes de febrero.
Hasta el momento el futuro del tratado es incierto, ya que la administración Trump ha puesto como condición para renovarlo la inclusión de China, pero Beijing ya ha afirmado que no participará, debido a que su arsenal nuclear es mucho menor al de los firmantes originales.
Por su parte, los enviados del gobierno de Putin, han expresado la voluntad de Moscú de renovar el tratado y lo han definido como un acuerdo beneficioso para ambas partes.
De no renovarse este nuevo tramo del New Start, sería el tercer gran acuerdo de regulación de armamento que cae desde la llegada de los “halcones republicanos” al Pentágono, acelerando la ya veloz carrera armamentista en la que se encuentra actualmente el escenario internacional.
