Mantuvieron dos semanas de cursado intensivo en el marco de los doctorados en Ciencia Jurídica y Educación. La cordialidad santafesina y calidad académica, fueron muy valoradas por los visitantes.
Un contingente de extranjeros visitó la ciudad durante febrero, con ocasión del Doctorado en Ciencia Jurídica y en Educación que brinda la Universidad Católica de Santa Fe. Provenientes en su mayoría de Ecuador, se sintieron siempre como en su casa, gracias a la hospitalidad del genio santafesino y el acompañamiento constante de la UCSF.
En conversación con la directora del Departamento de Posgrado de la UCSF, la Dra. Anabel Gaitán, explicó que el Doctorado en Ciencia Jurídica y el Doctorado en Educación son los programas más tradicionales en la Universidad, con mayor trayectoria y con una matrícula continua a través de los años.
“A eso se suma una carrera más nueva, acreditada por la CONEAU, la Maestría en Educación, que se armó ex profeso para que pueda ser complementaria del Doctorado. Una vez terminada la maestría, el estudiante podría solicitar homologar las materias, hacer un tramo más y continuar el programa del doctorado, elaborando una segunda tesis”, explicó Gaitán.
Dos cohortes comenzaron su doctorado en plena pandemia, con un cursado de manera remota sincrónica que permitió sostener el programa a pesar de las circunstancias: “Tratamos de aprovechar el tiempo de la pandemia para cursar los seminarios más teóricos y dejamos este tiempo de presencia física para todo lo que es el taller de tesis, que implica ponerle un poco más el cuerpo a la acción”, compartió.
Sin embargo, “faltaba esta presencia física que nos encuentre y nos permita compartir otro tipo de charlas y otro tipo de momentos y otro tipo de espacios. Eso es lo que se produjo ahora, en el mes de febrero. Trabajamos mancomunadamente entre el Doctorado en Ciencia Jurídica, el Doctorado en Educación y la Maestría en Educación, para hacer coincidir el cursado de todos estos grupos de personas, tanto argentinos como extranjeros”, detalló la directora de Posgrado de la UCSF.
La experiencia fue muy apreciada por todo el cuerpo de estudiantes. Un alumno del Doctorado en Ciencia Jurídica, proveniente de Quito, expresó agradecido: “Nos han tratado como si fuéramos sus hermanos, hemos sido bienvenidos en cada uno de los lugares, es la gente más cálida que he conocido al sur de América. Las instalaciones de la universidad son muy acogedoras, nos hemos sentido realmente como en casa”.
Días de intercambio
La mayoría de las instancias que habían quedado pendientes durante el cursado remoto se condensaron en dos semanas con una modalidad intensiva. En una primera semana hubo actividades varias correspondientes a seminarios de los dos programas, con invitados especiales, eventos destacados, y profesores que fueron convocados para dar charlas especiales, además de los profesores regulares de los programas que impartieron sus seminarios, como es de rigor.
La segunda semana de cursado se trabajó más puntualmente lo que es taller de tesis. Los alumnos del doctorado en Educación hicieron “el camino del tesista”, comenzando el lunes con una revisión teórica de algunos aspectos fundamentales y a partir de allí se invitó a 12 tesistas, alumnos de cohortes anteriores del doctorado para que pudieran dar testimonio de los distintos momentos en que se encuentran, cerrando el ciclo con una defensa de tesis en vivo, el sábado.
El doctorado en Ciencia Jurídica lo trabajó diferente, a través de diálogos a lo largo de toda la semana entre grupos de doctorandos y posibles directores de tesis, como una especie de foro público en donde se iban formando encuentros y compartían los temas, los proyectos y opiniones.
La Directora del Departamento aludió a la encuesta de satisfacción que realizaron a los estudiantes, y destacó que fue muy positiva, “no solo desde lo académico, sino sobre todo desde lo humano. Ellos lo mencionaron mucho y para nosotros, por nuestro perfil de Universidad, las dos cosas tienen el mismo valor de importancia. Nos preocupamos por la academia, pero también nos preocupamos porque se sientan contenidos y se sientan personas, acá, dentro de la Casa”.
José Luis Payares, de Loja, al sur de Ecuador, comentó: “Me encuentro encantado, ha sido una experiencia inolvidable conocer de frente a los profesores, y ser testigo en primera persona de su don de gentes, de su generosidad. Eso es incalculable. Es un verdadero privilegio tener este staff de docentes, una experiencia única, de las mejores experiencias académicas que he tenido en mi vida”.
Intenso y despejado
La cursada intensiva es difícil de sostener, porque el cuerpo se cansa y la mente se dispersa. Conscientes de ello, desde el Departamento buscaron variar las estrategias y mezclar módulos para que sea más aliviado. El corte previsto para el almuerzo cada día colaboró en gran medida y fue un momento muy valorado por todos.
Todos los profesores y los doctorandos, tanto de educación como de ciencias jurídicas compartieron ese espacio: “Éramos alrededor de 50 personas todos los días almorzando juntos, acá en la Universidad. Fue ese ámbito de socialización que la virtualidad no te permite tener, y que no lo usas para hablar del clima, sino para hablar realmente de las cuestiones por las que estás en el programa”, detalló Gaitán.
Una de las actividades propuestas para el grupo de extranjeros fue el recorrido por la ciudad en el bus turístico del gobierno municipal. El trayecto comenzó en las puertas de la Universidad, y visitaron los lugares más emblemáticos de Santa Fe, incluida la Cervecería. Por su parte, las dos cohortes del Doctorado en Ciencias Jurídicas fueron recibidas en el Poder Judicial, y tuvieron la oportunidad de hablar con distintos jueces que les esperaban allí.
Armando Rosero, de San Gabriel (Ecuador), expresó que se sentía “muy gustoso de estar en estas instalaciones académicas, en donde hemos aprendido y compartido fabulosas experiencias, no solamente en el ámbito del estudio, sino también en lo humano”.
“Es una de las experiencias académicas más importantes de mi vida. El nivel de los profesores es impresionante. Con esto quiero agradecer muchísimo a la UCSF, a todo su cuerpo docente, su cuerpo administrativo. Los llevamos en el corazón, muchas gracias desde Ecuador”, manifestó por su parte Javier Aguinaga, de Tungurahua.
“Me ha gustado mucho cómo la Universidad nos abre el pensamiento a la verdad y al saber; y su inspiración cristiana, que apunta a hacernos mejores personas, no solo buenos profesionales. Los docentes, las cátedras, la infraestructura de primera nos ayuda a motivarnos en el estudio”, concluyó el doctorando.
Nota publicada en El Litoral