Docente y alumnos de la UCSF participaron de un Workshop internacional de Arquitectura 

La docente de la Universidad Católica de Santa Fe, Arq. Valeria Jaros, junto a otros tres arquitectos, coordinaron 40 alumnos de distintos países de Latinoamérica, a lo largo de toda una semana de trabajo, para presentar una propuesta al municipio de Lima. 

 

Un grupo de seis alumnos de la Universidad Católica de Santa Fe, de la sede Santos Mártires (Posadas) y Virgen de Guadalupe (Santa Fe), participaron junto a su profesora Arq. Valeria Jaros, de un workshop que se realizó en el marco de la Bienal Internacional de Arquitectura en Lima. El evento se desarrolló de modo virtual, conectando estudios de arquitectura y estudiantes de Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Paraguay, Perú y Argentina.  

Tanto la docente que lo impulsó, como los estudiantes que tuvieron la oportunidad de participar de esta experiencia profesional e internacional, manifestaron abiertamente lo enriquecedor que fue el intercambio y el tiempo de trabajo empleado. El decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño, MDA Arq. Gabriel Biagioni, declaró con orgullo que “fue una experiencia muy interesante, hizo un aporte de mucha calidad proyectual. El trabajo que propusieron estuvo muy bien presentado”. 

Participar de una experiencia internacional

La Bienal Internacional de Arquitectura de Lima BIALIMA 2021, que se desarrolló del 9 al 14 de agosto, fue un espacio creado para generar muestras colectivas de arquitectura y difundirlas hacia la sociedad. Propicia al mismo tiempo un encuentro de reflexión y discusión sobre cómo pensar las propias ciudades y cómo proyectar espacios para el ser humano a partir de la arquitectura.   

Desde Argentina participaron dos estudios de arquitectos. Uno de ellos es el de Valeria Jaros junto a su colega radicado en Córdoba, Agustín Berzero. Jaros explica cómo surgió todo: “A principio de año nos llegó una convocatoria para participar de un Workshop en el marco de la Bienal de Lima, éramos algo de 30 estudios invitados. A cada equipo le tocaría un área de trabajo”.  

“En nuestro caso nos tocó un grupo de 30 a 40 alumnos, entre los que nos permitieron sumar seis de la UCSF. Ellos fueron Tomás Quaino, Juan Silvestro, Gabriela Sarmiento, Eliana Tyñuk, Matías Dehner y Fernando Zampa. Como nos daban la posibilidad de incorporar distintos arquitectos, invitamos a Diego Portas, de Rio de Janeiro, y a Agustín Lozada, de Córdoba, para coordinar esta semana de trabajo. Con todo este equipo teníamos que llegar a dos propuestas”.  

Juan Silvestro, de la sede Santa Fe, explica: “Teníamos que diseñar dos tipos de bibliotecas, unas modulares, y otras itinerantes. Presentamos los diseños aplicados a la ciudad de Ventanilla, que sería como el conurbano de Lima. Se necesitaba incentivar la lectura en esta comunidad, y por eso se eligió como destino de las propuestas”. 

Este tipo de actividades están en perfecta consonancia con la visión y misión de la UCSF que, como Casa de Estudios, busca aportar a una justa distribución de la riqueza que es el conocimiento. En palabras del vicerrector Académico de la UCSF, Dr. Guillermo Kerz: “Para construir una globalización solidaria, responsable, y subsidiaria de los distintos saberes es importante animar a conformar equipos de investigación, tender redes entre académicos y estudiantes, socializar el saber”.  

Operando todos hacia un mismo fin

“Lo interesante de estos encuentros internacionales es que se comparten y comparan ideas con arquitectos y alumnos de la carrera de diferentes niveles y países, buscando soluciones a problemáticas reales de la zona. Es un intercambio que aporta una riqueza que, de otra manera  se pierde en un contexto más individual”, destacó Fernando Zampa de la sede Posadas. 

Por su parte, Tomás Quaino de la sede Santa Fe, acota: “Lo más enriquecedor fue la relación con los demás chicos. Siempre es interesante compartir las ideas y los proyectos de cada uno”. “Pude aprender muchísimo tanto de los arquitectos talleristas y de mis compañeros de Perú, ya que todos operábamos hacia un mismo fin y, por lo tanto, los resultados obtenidos superaron cualquier tipo de expectativas”, expresó con agradecimiento Eliana Tyñuk. 

Para los alumnos fue una experiencia inolvidable: “Fue una semana intensiva de encierro, y estuvo muy bueno”, declaró uno de ellos. Una semana llena de aprendizajes, como destacaba Gabriela Sarmiento: “Aprendí muchísimo de los arquitectos, que en cada corrección que teníamos te transmitían el conocimiento y el amor a la arquitectura”.  

En este mismo sentido se expresaba Juan Silvestro: “La relación con los arquitectos de Argentina que nos guiaban, nos dio la oportunidad de aprender las formas adecuadas para expresarnos al hablar de arquitectura, para saber mostrarla: es muy importante, porque un buen proyecto mal contado te limita. Esto de empezar a escuchar otras presentaciones fue muy bueno”.   

En efecto, la Bienal es un evento que fomenta la arquitectura, el urbanismo; cultiva la realimentación de aprendizaje y orienta las relaciones de los arquitectos con el Estado, con la comunidad y entre sí. Fernando Zampa lo confirma: “Estos eventos te permiten un encuentro más humano a pesar de la distancia, porque se aprende la cultura de otro país de una manera interactiva, tratando de entender sus necesidades, y dar respuesta a partir de sus potencialidades”. 

Reconocer, reactivar y dejar un legado

Mediante estos workshops internacionales se reconocen las buenas prácticas a nivel regional y se premian para que sirvan de ejemplos a seguir. Al mismo tiempo, son proyectos que conectan directa e indirectamente con la sociedad, interviniendo en el espacio público y dejando un legado positivo y tangible.  

Eliana Tyñuk comentó que la experiencia le permitió “reconocer que nuestra misión no es únicamente hacer algo totalmente nuevo, sino también poder observar y reconocer las preexistencias del lugar, reactivándolas con un pequeño acto para así dejar un legado en la memoria colectiva. 

En esta línea, Jaros remarca que todo el proyecto que dirigieron tenía un enfoque claro: “Lo que pensamos era no construir por construir, sino aprovechar espacios, estructuras obsoletas que aparecen en la ciudad. Les propusimos a los chicos que a través del street view pudieran reconocer distintos lugares y detectar distintos valores. Hicimos una puesta en común, pensamos las posibilidades y trabajamos tres alternativas entre todos”.   

Otros objetivos de la Bienal se concentran en favorecer el intercambio de ideas en torno a la arquitectura, su rol en la sociedad, y las prácticas de acción política y asociativa en beneficio de la comunidad. En este sentido, Matías Dehner subrayó que “la intervención fue muy interesante ya que nos permite entender que la arquitectura puede influenciar en algo tan importante como es la cultura y la sociedad”.  

Los alumnos coincidieron en que para muchos fue una primera instancia de práctica fuera de la facultad, que les permitió mejorar el trabajo en equipo y el proyectual en concreto. “Pudimos aprender formas diferentes de ver y hacer arquitectura”, expresaba Dehner. Tyñuk concluyó con alegría que el evento fue “sumamente enriquecedor para nuestro desempeño como estudiantes de arquitectura y nuestro futuro profesional”. 

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Nota publicada en El Litoral



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