Cada 11 de agosto en nuestro país se celebra el día del Licenciado en Nutrición. En esta oportunidad los profesionales docentes de la carrera de la Universidad Católica de Santa Fe queremos manifestar nuestra preocupación por el escenario alimentario/nutricional que caracteriza a nuestra sociedad y al mismo tiempo, reposicionar a nuestro campo de ejercicio profesional.
Ya todos sabemos que tenemos una epidemia de exceso de peso, que la mitad de los argentinos son sedentarios, que el consumo de productos mínimamente procesados se ha acaparado la dieta, que la forma en que producimos los alimentos deja cicatrices ambientales, que tenemos rotulados de alimentos que la gente no comprende, que la publicidad de alimentos hace de la infancia un aliado, que los kioscos escolares ofrecen diariamente alimentos que deberían ocasionalmente consumirse, que la lactancia materna poco se sostiene, que las carencias nutricionales nos hablan de ollas con desigualdades alimentarias, sólo por mencionar algunos ejemplos.
Por ello, desde la carrera de Nutrición apelamos a la necesidad de formar profesionales con un fuerte compromiso en la defensa del Derecho a una Alimentación Adecuada. La necesidad de pensamiento crítico es la única herramienta de liderazgo y libertad, que permita discernir entre los discursos dominantes y hegemónicos que homogeneizan los platos y las dietas, junto con la actualización continua dado la caducidad y revisión constante de los saberes científicos.
En un contexto de revisión constante de los saberes científicos, donde todos hablan de alimentos, se nos presenta la paradoja de sobre-información y la peligrosa incertidumbre de lo “bueno o malo para comer”. Se dice mucho pero hay diversidad de voces de cuestionable confianza.
Es así que manifestamos nuestro compromiso en la defensa de la explicitación de los conflictos de intereses, de velar y proteger una alimentación libre de presiones y de patrocinio de la industria alimentaria y farmacéutica, y en el ejercicio responsable de la profesión.
Apelamos al compromiso ciudadano de un colectivo que se hace cargo de ser parte de la solución, pero renunciando al estado contemplativo de los diagnósticos, movilizando caminos que parten del reconocimiento de que la dieta está condicionada por una tríada de desigualdades: género, raza y posición social. Es por ello que el entorno tiene más valor persuasivo que el estoicismo nutricional que pregona solitarias batallas contra infinitas barreras de los estilos de vida modernos.
Celebramos nuestro día, defendiendo el principio de una nutrición libre de intereses.
Docentes de la Licenciatura en Nutrición
Universidad Católica de Santa Fe