“Comprender al niño ya es ayudarlo”

En el marco de la Jornada de Integración Sensorial que se realizó el 28 de agosto en la UCSF, charlamos con la Terapista Ocupacional Cecilia Paillet, quien fue la encargada de llevar a cabo la charla.

Actualmente se habla mucho de la Integración Sensorial pero… ¿qué es? Es el resultado de un trabajo de investigación que llevó a cabo la Dra. Jean Ayres en los años 60 en el que define este concepto como un proceso neurológico mediante el cual interpretamos y organizamos la información que recibimos del medio ambiente y de nuestro propio cuerpo para poder interactuar de manera efectiva con este ambiente. Lo cierto es que en Internet hay información al alcance de todos y los conceptos pueden llegar a ser difusos.

En cuanto al origen, la TO nos decía que aún no se sabe a ciencia cierta, pero si se puede decir que está relacionado con el proceso de cómo la información se organiza dentro del sistema nervioso central para después dar una determinada respuesta. En muchos casos el problema está en la respuesta, que suele no ser la adecuada, pero esto no tiene que ver con que exista un daño en alguna parte sino en el cómo se organizó y llegó la información al cerebro.

“Nosotros todo el tiempo, desde que nacemos, nos encontramos recibiendo información sensorial, que es captada a través de nuestros sentidos. Es necesario aclarar que además de tener en cuenta los 5 sentidos más conocidos, se agregan 2 más: el vestibular, que se encuentra en nuestro oído interno y nos da información acerca de cómo nos movemos y, por otro lado, el  propioceptivo, que se encuentra en los músculos y articulaciones, y que nos informa acerca de nuestro propio cuerpo. A estos últimos también se los reconoce como sentidos cercanos. Son los más antiguos, junto con el táctil, ya que se empiezan a desarrollar en el embrión y maduran tiempo antes que los otros, como por ejemplo el visual. Muchas veces no se les da tanta importancia, pero lo cierto es que el modelo de abordaje sensorial se centra en estos tres sentidos, sin dejar de lado los demás”.

De este modo, lo que ocurre es que el procesamiento sensorial se puede dar con algunas dificultades en algunos niños y eso interfiere en las actividades de la vida diaria como pueden ser los juegos o, también, en el desarrollo en la actividad escolar. La terapista a cargo de las Jornadas afirmó que es necesario aclarar que todos contamos con perfiles sensoriales particulares en donde ciertas cosas pueden generarnos malestar u otras gustarnos más,  pero que se habla de una disfunción cuando las características de procesamiento sensorial interfieren en nuestro desempeño diario. Si por ejemplo, nuestra aversión a los ruidos es tal que no toleramos estar en una reunión familiar o si un niño llora porque le molesta demasiado la música en un cumpleaños infantil, nos encontramos frente a un déficit en el procesamiento.

Lo importante en este ámbito de acción es qué se hace en los diferentes lugares y actividades, o sea más allá de la sesión en un consultorio, cómo transcurre el día del niño en la escuela, en la calle, en el hogar, en el club. Lo primero es entender por qué el niño reacciona de determinada manera, y ya entenderlo, es ayudarlo muchísimo. Poder darse cuenta que muchas conductas que fueron tomadas como berrinches o caprichos tienen que ver con una respuesta aversiva a la información sensorial.

Dentro de los déficits en el procesamiento existen dos grandes grupos de disfuncionalidades, por un lado los trastornos en la modulación de la información sensorial y por otro lado, los trastornos de la discriminación sensorial. Dentro de los primeros, los niños pueden ser hiper o hipo responsivos a la información. Por eso los niños pueden reaccionar de manera exagerada a los sonidos o a determinados estímulos táctiles, en donde a los niños les cuesta mucho todo lo relacionado a la higiene, al cortado de las uñas, entre otras cosas, o no tolera el ensuciarse las manos, o pueden molestarle determinadas texturas en la ropa o sentir aversión por algunos alimentos. Por otra parte, dentro de los problemas de discriminación, se encuentran las dificultades que tienen que ver con la coordinación motora y con las praxias, es decir el planeamiento motor, el realizar una tarea con un propósito. En este caso, son niños que pueden llegar a tener dificultades para prenderse un botón, en usar tijeras, o sea, en aprender habilidades nuevas como andar en bicicleta, usar el cuchillo y tenedor, etc.

Por otra parte, la Jornada del 28 de agosto se presenta como un espacio informativo para detectar cuáles son los signos de alerta, las características que pueden presentar los niños y, sobretodo, en lo que se relaciona con la escuela, cómo se puede ayudar a detectarlo y cómo contribuir con algunas estrategias para que puedan llevar a cabo sus actividades del día a día.

Finalmente, la TO Cecila Paillet dijo que todavía existe mucho desconocimiento de la temática, pero se está llevando a cabo un fuerte trabajo informativo. Las maestras de nivel inicial son las que más detectan este tipo de niños y cuando uno les puede explicar qué es lo que pasa se los  comprende mejor y esto ayuda a la familia, a las maestras, a su entorno, pero, sorbretodo, al niño.



Facultades, Santa Fe, Ciencias de la Salud, Sedes, Licenciatura en Terapia Ocupacional