Tuvo lugar el útlimo encuentro del seminario de lecturas sociológicas sobre el espacio público

El 4 de agosto en la Universidad Católica de Santa Fe se compartió el ultimo encuentro del seminario de lecturas “Reflexiones sociológicas en torno al espacio público” en coorganización del equipo de investigación socio-eco-jurídica UCSF y el proyecto de extensión: Espacio público y agroecología en Santa Fe, insumos para la agenda política local a partir de la feria agroecológica Candioti Sur.

En dicho encuentro se debatió acerca del texto de Martínez Lorea, I (2013). Henri Lefebvre y los espacios de lo posible, en Lefebvre, H. La producción del espacio. España: Capitán Swing, pp. 9-28.

El autor acerca una perspectiva considerando que primeramente hay que vivir para luego poder escribir, siendo que por medio de ella se podría convencer y vencer.

Su estilo se centró en una enriquecedora tensión entre la filosofía y la sociología cuestionando la posición canónica del filósofo como hombre de conceptos, hombre teórico. La crítica filosófica debe transformarse utilizando la vida cotidiana misma. Hay que descender al terreno mismo. Encontrar la multiforme relación entre las dos dimensiones: desde el lado del vacío, desde lo abstracto hasta alcanzar e implicar a lo vivido.

Va a centrar sus esfuerzos en reflexionar sobre la problemática del espacio como eje a través del cual analizar la complejidad del mundo moderno, combatiendo contra los reduccionismos y las simplificaciones.

Su obra es atravesada por un hilo conductor que le otorga un carácter unitario, sustentada en una dinámica que podríamos definir como en construcción, buscando evitar los fraccionamientos y asilamiento de la misma.

Plantea sus dudas en torno a la relación entre el campo y la ciudad, la ciudad y lo urbano, la explotación de las periferias, la segregación residencial, la falta de elementos simbolitos en la ciudad proponiendo la utilización del método transducción y la utopía experimental.

La producción del espacio es su obra cumbre, culminación de su reflexión sobre el especio y lo urbano. Lefebvre sospecha de las reducciones y de las simplificaciones, ambas dominio de unas ciencias especializadas que la denuncia y combate, subrayando su carácter performativo. Por eso concibe que el espacio es soporte, pero también es campo de acción, es el resultado de la acción social, de las practicas, las relaciones y experiencias sociales, pero a su vez es parte de ellas. No hay relaciones sin espacio, de igual modo que no hay espacio sin relaciones sociales.

Debe considerarse por tanto un producto que se consume, se utiliza, pero que no es como los demás objetos producidos ya que el mismo interviene en la producción.

La esencia de la ciudad, esto es lo urbano, persiste, bien sea en modo disperso, alineado. Lo urbano entendido como proceso, horizonte y como práctica, lo cual no debe confundirse con lo que Lefebvre denomina tejido urbano que es el escenario de la proyección y planificación.

El autor propone en la producción del espacio, avanzar en su teoría unitaria para superar las relaciones analíticas dicotómicas que se presentan como paso lógico que lleva de la confusión a la clarificación, de la oscuridad a la transparencia, eludiendo cualquier tipo de contradicción culminando en una síntesis definida al estilo hegeliano. De este modo elabora una triada conceptual compuesta por las practicas espaciales, las representaciones del espacio y el espacio de representación. A cada una de estas dimensiones le corresponde un tipo de espacio: el percibido, concebido y el vivido.

A partir de estas consideraciones el autor propone captar la experiencia cambiante de lo espacial a través de esta tensión trialectica, reivindicando la potencialidad de los espacios de representación para actuar sobre las representaciones y las practicas espaciales. Este mecanismo le permitirá al autor denunciar y superar un oscuro ejercido de heteronomizacion del espacio. Es decir, la superación de un espacio que se sitúa fuera del alcance del usuario, del ciudadano transformado en una especia de absoluto filosófico-matemático, en una abstracción fetichizada que lleva al usuario a hacer abstracción de sí mismo.

Lefebvre pone de manifiesto la amenaza que sufre el espacio público a manos de un urbanismo reinante que cuenta entre sus propósitos con hacerlo desaparecer. Reducirlo a mero tránsito, a lugar de paso.

El espacio concebido pretende reducir lo vivido a lo visible, a lo legible. Se produce así la falacia de la transparencia espacial. El espacio público se mostraría como completamente transparente, inocente y sin sorpresas. Los usos posibles ya están definidos y los cuerpos solo deberán adaptarse a las formas preestablecidas, ocultándose bajo esta aparente transparencia la existencia de un determinado orden del espacio que dista de ser tan simple y tan inocuo como quiere hacerse ver.

El debate del texto hizo surgir varios análisis y se trato como ejemplo la siguiente noticia: “Jatón presentó el Plan Integrar Santa Fe ante referentes de las redes de instituciones”.

Este miércoles, vía virtual y ante los referentes de distintas entidades, el intendente de Santa Fe y el secretario de Integración, Mariano Granato, presentaron la propuesta de intervención socio-urbana integral para la capital. “A partir de la ciudad que tenemos, vamos a construir la ciudad que queremos”, dijo Jatón.

 

Texto: Renata Tibaldo



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