Egresados de las distintas carreras de grado y posgrado de las sedes Rafaela, Rosario, Reconquista y Santa Fe de la Universidad Católica de Santa Fe festejaron el final de una gran etapa: el cierre de su etapa universitaria. En Posadas los festejos serán el 9 y 10 de mayo.
En un clima de mucha alegría, los flamantes profesionales, acompañados por sus familiares y amigos, así como autoridades y personal de la UCSF, vieron coronados muchos años de estudio y dedicación, vistiendo la toga y estola que distingue a los egresados de la Católica.
El rector, Mg. Lic. Eugenio Martín De Palma, se dirigió cálidamente a los graduados: “quisiera agradecer a ustedes porque con mérito, estudio y sacrificio se han hecho merecedores de este título que los engrandece tanto a ustedes como a ésta institución y engrandece a esta institución. A sus familias, que confiaron en ustedes y en nosotros para este proyecto tan importante para sus vidas y para la sociedad. A nuestros docentes, al personal y a las autoridades que acompañaron con sabiduría y cercanía a lo largo del camino”.
“Hoy nos permitimos mirar al costado para sentirnos y observarnos fuertes y realizados, pero también para reconocer y agradecer a quienes han sido parte de este transitar, con palabras, gestos y acciones (…) a quienes, desde este lugar, que por años fue parte nuestra, nos orientaron y ayudaron para que concretemos nuestro proyecto”, expresó una de las egresadas, en el discurso frente a sus compañeros.
Detenerse y alegrarse
“Hoy, detenemos un instante los pasos apresurados de nuestras vidas para celebrar el camino transitado. Hoy, tenemos permitido respirar, sentarnos al costado del camino y observar lo andado en estos años. Si miramos con detenimiento, seguro nos encontraremos con sentimientos que nos invaden y que son testigos de esta maravillosa etapa transcurrida”, consideró Delfina Toriani, egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, de la sede Virgen de Guadalupe.
Mirando el camino recorrido, el graduado de Arquitectura de la sede San José, Federico Ortiz, compartió: “Hoy podemos decir con orgullo que seguimos adelante, y que no importa el cuánto ni el cuándo, si no el cómo y el por qué. No bajamos los brazos, a aquellas montañas que parecían ser obstáculos inabarcables, y seguimos adelante, cargando con una mochila plagada de sueños e ideales, que ninguno dejó atrás”.
“Tal vez haya caminos más rápidos que otros y que el tiempo pareciera ser el cruel verdugo, pero lo hermoso es habernos encontrado, en la misma meta. Y que fue el tiempo el que nos reunió y nos esperó, para poder coincidir”, agregó.
Un punto y seguido
Conscientes de que este es el comienzo de un nuevo proyecto, los graduados recordaron y reconocieron el papel que jugaron los docentes en su formación: “Nuestra historia recién empieza (…) es este momento, en el que uno comienza a abrir sus alas, dar los primeros aleteos, chocándose con el mundo, y empezando a entender las lecciones que nos dieron, recordando esas correcciones, exposiciones, dando sentido a aquello que en su momento no comprendíamos”.
“Les agradezco por su dedicación, sabiduría, experiencia y pasión por la enseñanza, por inspirarme, desafiarme y motivarme a alcanzar mis metas. Han dejado una huella imborrable, y me han preparado para enfrentar los desafíos del mundo profesional con confianza y determinación”, expresó Agustina Biciuffa, Arquitecta egresada de la sede Rosario.
El rector lo explicitó a su vez: “Haber llegado hasta aquí es, al mismo tiempo, un punto de llegada, pero también, de partida. Nuevas metas comienzan a partir de hoy, el trabajo, comenzar a valerse por sí mismo en todo, estudios de posgrados, independizarse y formar una nueva familia. Nuevos proyectos se nos avecinan”.
Con mirada esperanzada
El flamante Arquitecto Federico Ortiz, concluyó su discurso alentando a sus compañeros y colegas a que “nunca apaguen ese niño interior, que recuerden esa emoción de las primeras veces. El primer beso, el primer aplauso, la primera idea, el primer sueño, a ese primer proyecto que los hizo enamorarse de su carrera, y que los construyó en las personas que son hoy. Por eso los aliento sobre todo que sigan jugando, y creando nuevos horizontes, alimentando sus ganas de reír y divertirse, y sobre todo jugando a vivir”.
De Palma manifestó los mejores augurios para los nuevos profesionales de la Casa: “Para estas nuevas metas que hoy comienzan y sueñan, no estarán solos, pues todos los aquí presentes deseamos lo mejor para ustedes, para que logren nuevos y verdaderos éxitos; y estoy seguro que así será, pues confiamos en ustedes. Por lo que pido, confiemos el cuidado de este título a San José y que María, Nuestra Madre, en la Advocación de Guadalupe, Patrona de Esta Casa de Altos Estudios, los ilumine en la construcción de sus vidas y los proteja siempre”.
