Compartimos el mensaje del Arzobispo de Santa Fe, Mons. Sergio Fenoy, para la celebración de esta Semana Santa.
Queridos hermanos,
Dado que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada, en los países afectados por la enfermedad, donde se han previsto restricciones sobre las reuniones y la movilidad de las personas, los obispos y los presbíteros deben celebrar los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado. Los fieles sean avisados de la hora del inicio de las celebraciones, de modo que puedan unirse en oración desde sus propias casas. Podrán ser de gran ayuda los medios de comunicación telemática en directo, no grabados. En todo caso, es importante dedicar un tiempo oportuno a la oración, valorando, sobre todo, la Liturgia de las Horas.
De acuerdo a las indicaciones generales y de las sugerencias recibidas de la Congregación para el Culto divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el Decreto 154/20 del 25 de marzo de 2020, les comunico que:
1.- Domingo de Ramos. La Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén se celebre en el interior del edificio sagrado; en las iglesias catedrales se adopte la segunda forma prevista del Misal Romano; en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera.
2.- Jueves Santo. Se omita el lavatorio de los pies, que ya es facultativo. Al final de la Misa en la Cena del Señor, se omita también la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario. En este día, se concede excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.
3.- Viernes Santo. En la oración universal, se rezará una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos (la encontrarán en documento adjunto a ésta – Anexo 1). La adoración de la Cruz con el beso se limite solo al celebrante.
4.- Vigilia Pascual. Ésta se celebra solo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para el “Inicio de la vigilia o lucernario” se omite el fuego, se enciende el cirio y, omitida la procesión, se hace el pregón pascual (Exsultet). Sigue la “Liturgia de la Palabra”. En la “Liturgia bautismal” se mantiene solo la renovación de las promesas bautismales.
El Seminario, la residencia sacerdotal, el monasterio de las Hnas. Carmelitas y las comunidades religiosas se deben atener a estas mismas indicaciones.
Se adjuntan a la presente comunicación dos subsidios, uno particular (Anexo 3) que toma toda la Semana Santa –Tu Casa, Tu Templo– y otro preparado por la JALMAS con el Domingo de Ramos (Anexo 2). Ambos pueden ayudar a la oración familiar y personal. En los próximos días recibirán también el subsidio del Triduo Pascual.
Siendo el párroco, el pastor propio de la comunidad que el Obispo le encomendó (c. 515 § 1), es él quien debe presidir las celebraciones de Semana Santa en su parroquia (c. 530, 7).
Por último establezco que:
En la Arquidiócesis, la Misa Crismal, con la bendición de los óleos y la consagración del Crisma, será trasladada al tiempo pascual de modo que, oportunamente, pueda participar de ella el pueblo de Dios.
Las expresiones de piedad popular que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, por ejemplo los “Via Crucis” públicos o “vivientes”, podrán ser trasladadas al 14 y 15 de septiembre.
“Pidamos al Señor que, en este momento particularmente difícil para todos, podamos redescubrir dentro de nosotros su Presencia que nos ama y nos sostiene, y de ese modo ser portadores de su ternura a cuantos nos rodean, con obras de cercanía y de bien” (Francisco).
Recemos juntos con un solo corazón y una sola alma. Con todo mi afecto. Que Dios los bendiga.
+ SERGIO ALFREDO FENOY Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz
Santa Fe de la Vera Cruz, 28 de marzo de 2020.-