El Consejo Superior de la Universidad Católica de Santa Fe realizó un reconocimiento a la Dra. Carmen González, por su labor al frente de la Facultad de Filosofía y Humanidades. La reunión celebrada el pasado martes 31 de octubre fue la última de quien hasta ese mismo día se desempeñó como decana.
El rector, Mg Lic. Eugenio Martín de Palma, agradeció la dedicación y el trabajo realizado por la Dra. González durante su gestión. “Estamos muy agradecidos por el compromiso que ha tenido con este Cuerpo y la universidad. No es que se va, sino que en realidad decidió abocarse de lleno a la investigación y la docencia”, expresó el rector y agregó: “Todas las puertas están abiertas y seguramente la seguiremos viendo en los pasillos de la universidad, investigando o dando clases.”
Licenciada y Doctora en Filosofía por la UCSF, la Dra. González inició su trayecto en la gestión en el año 2006 como secretaria Académica de la Facultad de Filosofía, para luego asumir como decana de esa unidad académica, y más tarde de la Facultad de Filosofía y Humanidades, al unirse ambas facultades.
“La universidad es mi casa”
“Son más de 30 años en la universidad: mi casa; como lo he dicho muchas veces. No me imagino fuera de la universidad”, expresó la Dra. Carmen González al dirigirse al Consejo y agregó: “Agradezco primero la confianza en sus inicios de Ricardo Rocchetti y luego de Martín (De Palma) que la renovó para que continuara; y a Anabel (Gaitán) que ‘soltó’ la Facultad de Humanidades para que se fusione con Filosofía.”
Al referirse a la culminación de su tarea, contó que luego de un año complejo “tuve que poner sobre la balanza muchas cosas y ponderar aquello que me hace feliz: la docencia y la investigación. Disfruté mucho de la gestión, pero no les voy a decir ninguna novedad: es una tarea que consume. Creo que es un momento de dar un paso al costado y dar lugar a gente con otra energía, otras ganas, y recuperar otros espacios que realmente me realizan.”
Carmen González agradeció todo el cariño recibido a lo largo de estos años. “Me voy satisfecha. Me voy tranquila. Lo que siempre quise hacer y de haber dicho siempre lo que hice -con mi honestidad brutal que pudo no haber caído muy bien alguna vez- pero con el corazón puesto en la universidad. Seguiré efectivamente trabajando por la Universidad en otro lugar”, concluyó.
Como parte del reconocimiento, el Consejo Superior le hizo entrega de una placa recordatoria, y de presentes institucionales, con el aplauso de todos los presentes.