Ante un colmado auditorio se llevó a cabo la charla sobre ludopatía digital en adolescencias, organizada por la Facultad de Psicología de la sede Reconquista de la Universidad Católica de Santa Fe.
En la ocasión, disertaron: Claudia Balagué, Diputada Provincial y Ministra de Educación (mandato cumplido entre 2012-2019); Talía Burella, Lic. en Psicopedagogía, egresada de la casa y actual docente; Mariana Ramos, Lic. en Psicología egresada de la UBA, docente de la UCSF y miembro de la Delegación Norte del Colegio de Psicólogos 1ra Circunscripción.
Prevención y límites
La jornada se realizó en el marco de la presentación del proyecto de ley “Plan Educativo para la Prevención de la Ludopatía Digital”, de la diputada Balagué. en el que se establecen acciones y estrategias para la detección, prevención y cuidado integral de adolescentes que padecen consumos problemáticos relacionados a juegos basados en plataformas digitales, de azar y/o apuestas en línea o modalidad virtual.
La revolución digital y la irrupción de los celulares inteligentes ha marcado cambios significativos en las formas de ser adolescente hoy, como el acceso a múltiples plataformas y la utilización permanente de pantallas, contribuyendo al desarrollo de nuevas subjetividades que ponen en juego los modos de interactuar de los adolescentes, las modalidades del jugar, el uso de los cuerpos, entre otros aspectos que son fundamentales para el psiquismo de un adolescente.
En cuanto a esto, Claudia Balagué mencionó que “en las redes no hay límites, se pierden los límites del tiempo, cuerpo y del espacio y esto trae problemas”. A su vez, mencionó un concepto muy interesante: el de “crianza digital”, aludiendo a que cuando los adolescentes están navegando por internet, los adultos deberían poner los límites necesarios para un uso adecuado. “Todo está pensado para que jueguen y les aparezcan publicidades de apuestas, empezando así con problemas de dinero, tarjetas, billeteras virtuales. Los chicos tienen que entender que no son jugadores, sino que son juguetes”, comentaba Balagué.
Gestionar el consumo desde casa
Por su parte, Burella hizo énfasis en los circuitos neurobiológicos que se ponen en juego al estar frente a las pantallas. “Cuando estamos frente a las pantallas nuestro cerebro va segregando dopamina que nos genera mayor placer: en adolescentes donde no está desarrollado por completo el control ejecutivo es difícil gestionar qué es lo que se está consumiendo”. A su vez, mencionó que aparecen alteraciones en razonamiento, memoria, atención, desarrollo del lenguaje. “Los adolescentes tienen menos compresión verbal y comunicación social, menos contacto visual: como profesionales, docentes y padres, es fundamental actuar poniendo límites a este abuso en el uso de pantallas”, expresaba Talía Burella.
Con relación a esto, Mariana Ramos coincidía con las demás disertantes en que “es fundamental dar respuestas y poner límites. Sin embargo, en las escuelas los docentes estamos solos, lo que lleva como en efecto dominó a que los adolescentes también estén solos por la vorágine del día a día” haciendo referencia a que hoy en día los padres pasan más tiempo fuera del hogar trabajando y también conectados a las pantallas, sumando a que “las adolescencias estén solas”.
Las disertantes mencionaron la importancia de generar espacios de juegos en la escuela, en breves periodos de tiempo, para motivar la activación de circuitos cerebrales y funciones ejecutivas. A su vez, como adultos, tratar de suplir esa ausencia creando momentos junto a los adolescentes, entendiendo que lo digital ya es parte de nuestras rutinas y de nuestra vida, pero aún estamos a tiempo de actuar y de crear nuevas formas de ser y estar para ellos, con una mirada y una escucha que aloje y que acompañe su crecimiento.