1891 - Breslavia, Alemania (hoy Wroclaw, Polonia).

Menor de once hermanos, nace en una familia profundamente judía. Comenzó la escuela en 1896, año en que por primera vez se permitía a las niñas estudiar el bachillerato en Prusia. 

1911

Obtuvo su título de bachillerato con éxito y decidió seguir los estudios universitarios de filosofía.

1913 - Gotinga, Alemania.

Estudió Germanística e Historia en la universidad y se convierte en discípula del filósofo Edmund Husserl. Formó parte de la Sociedad de Filosofía, que reunía a los principales miembros de la fenomenología naciente. 

1917

Discípula y directa colaboradora del Movimiento Fenomenológico se doctoró en Filosofía, obteniendo la máxima calificación con su tesis “Sobre el problema de la empatía”. 

Militancia y guerra

Militó en la organización Asociación Prusiana por el Derecho de las Mujeres al Voto, derecho que obtuvieron en 1919 en Alemania. Ese mismo año se afilió al Partido Demócrata Alemán (DDP), un partido de centro-izquierda.

Durante la Gran Guerra regresó a su ciudad natal, se enroló en la Cruz Roja y se ocupó de las personas con enfermedades infecciosas en un hospital militar, donde vio morir muchos hombres jóvenes. Obtuvo la Medalla al Valor por su dedicación.

1922

Tras una larga búsqueda intelectual y espiritual, recib el bautismo en el seno de la Iglesia católica.

Descubrir la Fe

Algunos amigos de Edith pertenecientes al círculo fenomenológico transitaron un proceso de conversión, y desde 1916 ella entró en contacto con escritos de San Ignacio de Loyola, Kierkegaard y San Agustín.

Una escena que la marcó y nunca olvidaría fue ver entrar en la catedral de Frankfurt a una mujer con la compra del mercado, para hacer una corta oración y retirarse: “En las sinagogas y templos que yo conocía, íbamos para la celebración de un oficio. Aquí, en medio de los asuntos diarios, alguien entró en una iglesia como para un intercambio confidencial”.

Otra experiencia fundamental para su comprensión del cristianismo fue la muerte de su amigo Adolf Reinach en el frente de guerra, y la entereza que Edith pudo ver en su amiga Pauline, creyente, tras la muerte de su esposo. Descubrió en ella la esperanza de la vida eterna y la existencia de un amor sobrenatural junto al misterio de la cruz.

Stein se decidió definitivamente por la fe católica luego de leer la autobiografía de Santa Teresa de Jesús.

1922-1932

Desarrollo intelectual

Después de su bautismo Edith quería entrar en la Orden del Carmelo pero le aconsejaron que se dedicara a la filosofía y la enseñanza, tareas que asumió con todas sus energías. Tradujo al alemán las obras de Santo Tomás de Aquino y de John Henry Newman y brindó más de treinta conferencias en toda Alemania y en otros países.

Muchas de sus enseñanzas versaban sobre el lugar de la mujer en la sociedad y en la iglesia. Tomó una posición contra el nazismo e hizo una llamada acerca de la dignidad de cada ser humano.

En 1930 brindó una conferencia sobre La ética de las profesiones femeninas, que le mereció una destacada reputación, y que se publicó en numerosos periódicos de la época.

Imposibilitada de acceder a la docencia universitaria por su condición de mujer y judía, enseñó en el Instituto de Ciencias Pedagógicas en Münster.

1933 - Colonia, Alemania

A sus 41 años fue admitida en el Carmelo de Colonia, en la fiesta de santa Teresa de Ávila. Recibió el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz.  

Carmelo y cruz

Continuó con sus estudios y trabajos filosóficos, llegando a publicar Ser finito y ser eterno, su obra maestra, donde establece un camino de la búsqueda de Dios que pasa por el autoconocimiento. Estudió la teología mística de San Juan de la Cruz, que plasmó en su obra La ciencia de la cruz.  

En 1942 fue detenida por la Gestapo. Pasó por dos campos de concentración antes de llegar a Auschwitz, Polonia, donde murió en la cámara de gas el 9 de agosto de 1942, a los 51 años.

HOY