Luego de transitar un año dedicado al patriarca, la Universidad quiso rendir un especial homenaje a San José, colocando una vistosa cerámica en uno de los halls más transitados de la casa de estudios.
El desafío era pintar sobre cerámicas la imagen de san José, y el trabajo se le pidió a Ileana Junkers artista plástica que ha realizado numerosas obras religiosas, como la reproducción de la imagen original de la Virgen del Huerto, para la parroquia homónima de la ciudad capital.
La artista confiesa su especial vínculo con san José, que se profundizó durante el año dedicado a su figura: “Con el coro de la parroquia veníamos cantando el Himno a San José y es raro, porque cada vez que lo cantaba sentía una conexión más profunda con él y a la vez esa sensación de tranquilidad. Sentir que te escuchan, que alguien está atento a vos y a lo que necesitas, no era poca cosa en medio de la pandemia, en la que tuve que despedir a varios amigos y familiares. Sentir por un instante el alma y el cuerpo abrazados con ese amor paternal es una verdadera gracia”.
Ileana ya había abordado esta temática a comienzos del 2021, cuando pintó un cirio en el que José cargaba en sus hombros al niño Jesús. Cuando recibió esta nueva propuesta de trabajo se entusiasmó mucho: “comencé pintando a San José y voy terminar mi año del mismo modo”, reflexionó.
La imagen final
La imagen de base que se utilizó era un dibujo en sepia, de trazos largos y limpios, de autor desconocido, con la que ya se habían realizado previamente unas estampas para la comunidad UCSF. “Quería seguir con esa idea, pero agregarle color, y preferentemente los colores que diferencian las distintas carreras que se estudian en la Universidad”.
Ileana explica cómo después de intervenir el dibujo, y tras varios bocetos, quedaron 3, en los que buscó integrar y equilibrar los colores “para que la imagen no pase desapercibida, aún sabiendo que contradecimos la obra de vida de san José, apoyada en la sencillez, y cumpliendo con su función paterna terrenal, con clara entrega al designio de nuestro Señor”.
Después de fusionar los 3 bocetos logró la intervención que hoy se ve plasmada en la pared del hall que da a la capilla, dentro de la Universidad.
Arte trascendente y atractivo
Desde hace más de 10 años, en que realizó sus primeras obras públicas en el mosaico del Jardín Jesús Sacramentado, Ileana mantiene una línea de arte religioso, marcada por el color. “Siempre traté de escabullirme de la idea de gestionar una y otra vez colores parroquiales, asique me propuse agitar los colores, dando vida a las imágenes religiosas, e incluso creando nuevos íconos”.
Y expone que “no es alentador que el arte religioso se pierda entre imágenes de grandes artistas, hermosas, pero tan propias de otros tiempos”. A su vez, aclara que tampoco se trata de comenzar a “llenar de pósters o banners las iglesias, muy modernos y prácticos, pero que no dejan una huella y un concepto que nos trascienda: solo cumplen una función meramente informativa”.
La responsable de la nueva imagen de san José concluye, apasionada: “La idea de poner color en el arte religioso me inspira muchísimo. Por eso me gusta seguir con esta línea, al igual que mi madre María del Huerto Morandin, escultora esperancina”.
De la furia al regocijo
Hace ya varios años Ileana realizó un san Juan Pablo II, colocado en la vía pública, frente a un gimnasio escolar. En una ocasión fue violentado, y lograron salvarlo gracias a que el mismo día fueron a limpiar la pintura roja con la que habían hecho una cruz sobre el rostro del santo.
Ileana confiesa con franqueza: “yo estaba enfurecida, ¿porque tú libre albedrío te trajo hasta acá? ¿Qué tanto te pudo haber hecho? Pensaba…y como soy mal hablada, también se me escapó una que otra ofensa”.
Al terminar de restaurarlo, cuando ya se alejaba hacia su casa, se cruzó con un hombre joven en evidente situación de calle, que se detuvo frente a la imagen, la tocó y se persignó. “En ese momento me olvidé del malestar que hasta hacía unos instantes me invadía y me di cuenta de que quizás todo eso ocurrió solo para que vea el bien que hago, con este trabajo que amo tanto”, comparte la artista, reconociendo el guiño de Dios.