A todo el personal docente y no docente y particularmente a todos los jóvenes de la universidad.
En primer lugar, quiero dirigirme a los jóvenes. Sé que la mayoría está a full con los estudios, trabajos y las mesas de exámenes. Desde que asumí en Julio como director de la Pastoral Universitaria los he estado y estoy acompañando con mis oraciones para que el Espíritu los ilumine y puedan racionalizar y explayar todo lo aprendido con tanto esfuerzo. Mis felicitaciones quienes aprobaron y para los que no, no se desanimen, sigan adelante, recuerden que tienen mucho para dar.
Hay un texto bíblico que escuchamos hace poco en la Misa del Domingo que quiero compartirles y que el Papa Francisco hace mención en la exhortación a los jóvenes Christus Vivit. Es la petición de Salomón a Dios.
Dios se le manifiesta en sueños a Salomón y le dice que pida lo que quiera que se lo concederá. Salomón le pide algo que lleva, me atrevo a decir, a asombrar a Dios. Le pide sabiduría para saber gobernar a su pueblo, porque tan sólo es un muchacho y que aún no sabe desenvolverse por sí sólo. No nos dice la edad que tenía en ese momento, pero esas palabras nos dan una idea de que era joven. Sólo nos hace ver que lo que está por empezar a vivir Salomón es algo grande que lleva a superar sus propias fuerzas.
Me pareció oportuno hacer mención a este texto en esta etapa de sus vidas universitarias donde se les abre un nuevo mundo de desafíos, de vivencias, de libertades, de compromisos y de profesionalismo. En la vida universitaria uno lleva a la práctica todo lo aprendido hasta el momento, es la etapa donde se comienza a ser consciente de la responsabilidad de la propia vida, de su futuro y la de los demás.
El don de la sabiduría no hace tanto referencia a la erudición como tal, aunque sí es necesaria, sino a la capacidad de ver y discernir por dónde pasa la voluntad de Dios en el aquí y ahora de la propia vida. Discernir en este momento de sus vidas, de las tantas oportunidades que se les ofrecen, qué es lo importante y prioritario lleva a renunciar o postergar momentos para poder crecer en responsabilidad, libertad y felicidad.
Jóvenes, pido a Jesús por ustedes para que este don los lleve siempre a elegir el camino correcto y para que conserven ese espíritu de transformar y hacer de este mundo un mundo mejor, anunciadores de la Buena Noticia.
Al cuerpo docente y no docente sepan que también los acompaño con mis oraciones en esta difícil tarea, sobre todo en estos tiempos que estamos viviendo. Sé que han dado mucho para poder seguir adelante acompañando sobre todo a los jóvenes en sus estudios y dudas tras los efectos de la pandemia – cuarentena.
Desde la Dirección de Pastoral buscaremos trabajar juntos para que podamos llevar adelante la obra evangelizadora que nos encomendó nuestro Señor.
El Papa Francisco en la exhortación Evangelii Gaudium nos dice que “el tiempo es superior al espacio”. En la gran hora redentora, Jesús incluye este momento de pandemia para nuestra santificación y evangelización. Corresponde a nosotros, con la certeza de ser acompañados por el Espíritu Santo, crear y suscitar nuevos caminos y métodos que favorezcan a un acercamiento profundo a la persona de Cristo. Cuento con ustedes para llevar adelante esta gran tarea.
Con la esperanza en un nuevo amanecer y guiados de la mano de María. Mis bendiciones a todos ustedes.
P. Nicolás Cortés Zavala.