“A la busca del tiempo perdido”

Se realizó en la Universidad Católica de Santa Fe el seminario titulado: Tiempo, memoria y verdad en “A la busca del tiempo perdido” de Marcel Proust, organizado como labor de transferencia del proyecto de investigación del que participan docentes investigadores y alumnos becarios.
Fue dictado por el Licenciado Martín Buceta (UNSAM – CONICET), quien se ha dedicado a realizar un profundo análisis de la obra de Proust en el marco de sus estudios doctorales. Como el título lo afirma, el texto trabajado fue A la busca del tiempo perdido, la magistral y monumental obra laberíntica de siete tomos escrita por el literato francés.

Los tres grandes tópicos propuestos por Buceta fueron: tiempo, memoria y verdad. En tanto que para Proust la literatura posibilita el establecimiento o fijación de las ideas fugaces a través de la condensación en la obra de arte, el autor considera que se accede a la verdadera vida por medio de la literatura. En palabras de Buceta: “La Recherche puede ser leída como una Gran Prosa que recrea el instrumento significante del lenguaje de tal modo que logra captar un sentido que hasta ese momento jamás había sido objetivado y hacerlo accesible a todos”.
Otro tópico fue la acción destructora del tiempo; es decir aquello que pasa mientras transcurre la vida. Dicha idea constituye un tema de preocupación fundamental recurrente a lo largo de toda la obra de Proust. El tiempo es visto como algo negativo, aquello que degrada y desgasta. Para el autor el tiempo es irrecuperable, consume y deshace todo lo que encuentra a su paso, según Buceta: “Es el artista de la destrucción”.
En cuanto al concepto de memoria, Proust trabaja con la concepción de una memoria involuntaria, es decir, aquella que se activa por medio de las sensaciones; no es la memoria en su sentido vulgar, esta última es traicionera y lo contamina todo; esto es así porque la memoria voluntaria está impregnada de nuestra subjetividad y percepciones personales. En cambio, la memoria sensorial involuntaria es aquella que permite recuperar las experiencias vividas tal cual sucedieron. Se trata entonces de recuperar el pasado en su realidad esencial. Por lo tanto, el tiempo recuperado de esta manera viene a ser, paradójicamente, la creación misma de ese pasado ya acontecido. El ejemplo acabado de esta forma de la memoria involuntaria es el pasaje más famoso de la obra en la que el Narrador prueba la magdalena luego de majarla en té y acuden a él provocados por impacto sensible (sabor, aroma, etc.) todos los recuerdos de su infancia en Combray.
Y así arribamos a la idea de verdad; la novela logra decir una verdad que no puede ser manifestada de otro modo. Proust va a expresar: “la literatura es la verdadera vida” porque por medio de ella se puede recuperar el mundo tal cual es, conocer su esencia, que está fuera del tiempo; no está ni en el pasado ni en el futuro sino en la simultaneidad del presente recuperado en el que confluyen.
El licenciado Buceta finalizó exponiendo la idea del arte como dador de sentido, en cuanto “la obra de arte constituiría la herramienta para recobrar los instantes de nuestra vida que parecen perdidos, es el modo de cristalizar aquellas vivencias que nos provee la memoria involuntaria”.

El seminario fue una grata experiencia que brindó la posibilidad de ofrecer una forma de facilitar la comprensión de la lectura de La Recherche, así como el intercambio y enriquecimiento a través del diálogo con el expositor y los participantes a partir de las lecturas directa de los textos literarios.

Estefanía Kraus
(Becaria Proyecto de promoción de la investigación – UCSF)



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