El país andino reclamaba ante al órgano jurisdiccional internacional que dicte sentencia vinculante instando a Chile a iniciar negociaciones con el fin de recuperar su salida al Pacífico, la que perdiera en la guerra homónima entre 1879 y 1883.
Por un total de 13 votos contra 3, el máximo tribunal de las Naciones Unidas, se pronunció en contra de la petición de La Paz, determinando que Santiago “no contrajo la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico”.
Bolivia y Paraguay, los únicos países de América del Sur sin litoral marítimo, han buscado durante años y por diversas vías, que Chile les conceda un paso soberano hacia el Pacífico, hoy la principal arteria mundial para el comercio internacional.