El día 16 de diciembre de 1991, por Resolución 46/61 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fueron aprobadas ciertas directrices para motivar a los gobiernos la introducción de políticas, tendientes favorecer a nuestros Adultos Mayores.
Nuestros abuelos, que con su vívida experiencia han logrado remontarnos a épocas impensadas, donde la familia era un hogar que sin duda los incluía, donde sus integrantes realizaban diferentes roles destinados a un mismo fin: el bienestar de todos. Un hogar donde había tiempo… Para amasar el pan, preparar la mermelada casera, las roscas de pascuas y los panes dulces en navidad.
Qué lejos estamos algunos de esta hermosa experiencia, donde la lluvia y el aroma de los buñuelos eran sinónimo de una cálida y cuantiosa reunión venidera.
Cuántas charlas, cuánta simpleza y valores escondidos ahora tan sólo en nuestros recuerdos.
Creo fervientemente, que nuestros antepasados merecen este día de reconocimiento, por enseñarnos que puede vivirse plenamente con poco, que la felicidad consiste en poder compartir momentos, reírse de las anécdotas, saborear los mates con yuyos, rezar un rosario escuchando la radio.
Cuánto nos han dejado y seguimos aprendiendo de ellos todos los días.
Por todo esto, antes que felicidades en su día, quiero decirles GRACIAS por habernos mostrado las cosas importantes de la vida.
Gracias a los que hoy ya no están y nos han dejado los aromas en la mente, los valores, el afecto.
Y gracias también a los que con su ejemplo, van dejando huellas en nuestras vidas.
Gracias especialmente a todos los Adultos Mayores que asisten al PUAM y que pregonan todos los días con su hermoso ejemplo.
Dra. Nancy Vanina Sturla
Coordinadora PUAMU-UCSF